La decana del Colegio de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente, ha revalidado su cargo esta tarde al ganar por 32 votos la moción de confianza a la que se enfrentaba. Un total de 219 personas participaron en la asamblea extraordinaria, lo que supone un 22% del millar de colegiados. El resultado exacto fue de 124 sufragios a favor, 92 en contra y 3 abstenciones. "Con este resultado ganamos todos, se ha demostrado que los mecanismos colegiales son los adecuados. Ahora seguiremos trabajando por la profesión, preparando unos nuevos presupuestos que tendrán que ser ratificados en asamblea y que irán encaminados a concluir el proyecto antes de las elecciones de mayo", ha comentado Puente al concluir el acto, celebrado en el salón de actos de la Escuela de Minas por aforo insuficiente en el Colegio de Arquitectos.

Las normas de la asamblea extraordinaria establecen un turno de réplica de un máximo de tres personas para posicionarse a favor o en contra de la gestión de la junta directiva después del discurso inicial de la decana. Nadie subió al estrado para criticar el mandato de Sonia Puente y por tanto negarle su confianza. Sin embargo, tres colegiados aprovecharon al máximo el turno para defenderla: Felipe Díaz de Miranda, Javier Calzadilla y Enrique Hernández Sande.

La asamblea comenzó a las cinco de la tarde y la votación -secreta y en urna cerrada- no lo hizo hasta una hora y cuarenta minutos más tarde, mientras que el escrutinio empezó hacia las siete y media de la tarde. El resultado se anunció oficialmente a las ocho en punto.

La primera mujer en asumir el decanato de la institución vio cómo le rechazaban el presupuesto en una asamblea ordinaria celebrada en diciembre, por 47 votos en contra y 32 a favor. Según los estatutos del Colegio de Arquitectos de Asturias eso obliga a la junta de gobierno a someterse a una cuestión de confianza y a prorrogar el anterior presupuesto. De hecho, no fue la primera vez que el gremio celebraba una moción así. Lo mismo le pasó al antecesor de Puente, Alfonso Toribio, que salvó su cargo por un estrecho margen de cuatro votos.

El sector crítico que censuraba la gestión de Sonia Puente la acusaba de tener un fuerte temperamento que ha desembocado en la elaboración de unos presupuestos que no son del agrado de todos por falta de consenso. La institución baraja más de un millón de euros para 2019. Entre las quejas, estaba la subida de sueldos a la junta directiva, el "menosprecio" a la sede de Gijón, gastos en propaganda o la creación, a su juicio innecesaria, del Instituto de Arquitectura.