Diseño ovetense para ver de cerca en Munich

Es la primera vez que Luis Santullano se presenta internacionalmente en sociedad con sus gafas. Hasta llegar a Munich, el viaje ha sido largo pero constante. Diseñador gráfico con trayectoria amplia, Santullano vio hace años en el diseño industrial el camino por el que quería orientar su carrera y en el trabajo con la madera la forma de adecuar a ese propósito una pasión que le había acompañado toda la vida. Lo de las gafas, cuenta ahora, fue casi una necesidad logística. "Me interesaba el diseño de muebles, pero ese tipo de producción requería ya una gran estructura, y yo buscaba algo que una sola persona pudiera llevar a cabo". Así, poco a poco, empezó a investigar y a probar con laminados hasta perfeccionar el diseño y confección de unas gafas que, en su caso, son totalmente de madera (hasta las bisagras y los ejes) y salen de un proceso hecho a mano -"cien por cien 'hand-made'"-, recortadas una a una con sierra.

Ese proceso de producción, tal y como comprobó en Munich, es todavía más exclusivo que el de algunas marcas independientes pero mucho más grandes como la austriaca Rolf. Sus modelos se parecen más a los del diseñador alemán Andreas Licht y su marca Herrlicht. Porque cada una de las piezas y de los procesos pasa por sus manos. También le diferencia la ambición de realizar "buenos diseños que perduren", y no ir presentando colecciones de temporada. Su producción es, por tanto, pequeña y tan exclusiva que cada gafa va numerada. Ahora le toca enseñarlas por el mundo y hacerse hueco en un mercado, el de las gafas de madera, "en el que tras el boom inicial sólo quedarán los que lo hacen bien". En eso está.