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Botas para andar en familia | Por tierras de Ponga

Misterioso viaje a Tolivia

El pueblo, abandonado desde 1985, aún ofrece testimonios que hablan de un glorioso pasado y conserva vestigios como la ermita del Carmen

Misterioso viaje a Tolivia

La ruta hacia el pueblo abandonado de Tolivia, en el concejo de Ponga se inicia en el kilómetro 128 de la carretera nacional N 625, donde sale un sendero a la derecha junto a una señal de peligro desprendimiento de rocas. El sendero desciende entre abundante vegetación de ribera hacia el río Sella, donde al poco se ve entre los arboles el Puente Vaguardo, construido en el 2004 que sustituye al viejo puente de troncos que se llevó por delante en 1989 una riada.

Nada mas pasarlo comienza una fuerte subida por la Cuerria de Quixandi, en la falda oriental de las estribaciones norteñas de la Sierra de Rumiadas. El sendero lleva primero a la izquierda y enseguida a girar a la derecha para ir ascendiendo hasta un resalte, utilizado como corral de cabras.

El sendero continua la ascensión hasta un pequeño collado, desde donde se disfruta de una excelente vista del desfiladero de los Beyos, para descender por otro sendero sobre el Sella con extraordinarias vistas de Los Beyos y los picos el Frailón, la Plana y les Monxines.

El camino lleva al angosto Beyo de Mojizo, donde se inicia un descenso hasta el Puente Espina que delimita Asturias y León, y que cruza la estrecha foz del río Mojizo, de unos 80 metros de altitud, y que impresiona por su profundidad, estrechez y espesa vegetación.

Una vez cruzado el río Mojizo, el sendero comienza una dura ascensión por un precioso y estrecho camino de montaña. Va dando múltiples zigzags para ganar altura y a medida que se sube nos encontramos con tramos más anchos armados con piedras para sujetarlo y algunos de ellos empedrados. Llega un momento en el que el sendero atraviesa un farallón rocoso. Entonces se llega al Jorcau, donde se ve una excepcional haya saliendo de la roca.

La vía el sendero asciende pegada a la roca, dando varios zigzags que permiten apreciar como se han construido varios muros para hacer más ancho el tramo. Una vez pasada esta zona, el sendero gira a la izquierda y se estrecha entrando en la zona conocida como Canal de la Cabritera, donde el itinerario va prácticamente tallado en la pared.

De frente aparece la Peña el Toru, con los hayedos cubriendo las faldas de la montaña. En las paredes verticales puede apreciarse como nacen las hayas.

También puede apreciarse Oseja de Sajambre con la parte final del desfiladero de los Beyos. El sendero continua la ascensión por debajo de Peña Ñorín, dirigiéndose hacia el Forcau de Tolivia.

Una vez superado el crestón, el sendero gira a la derecha, hasta una portilla de madera que nos cierra el paso. Es necesario cruzarla. Donde la pendiente se relaja, a la derecha, aparecen los restos de una antigua cuadra. Poco después se ve a la izquierda lo que queda de la Ermita del Carmen, que tiene adosado el cementerio de la localidad.

Desde ese lugar existe una excepcional vista del Pico Niajo y la Canal de Rumiadas . El caminante llega entonces a Tolivia, una aldea habitada hasta el año 1985, cuando su última morador abandonó el pueblo para casarse en Cangas de Onís.

Guillermo Mañana dice en su libro "Entre los Beyos y el Ponga" que "hablar de Tolivia es hablar de un pueblo fantasmagórico, casi apocalíptico. Mimetizado en roca contra una pared rocosa y oculta bajo el alargado robledal del valle de Valle Torbenu, aislado del resto del mundo, más que unido a él, por complicados y aéreos caminos alguno de los cuales franquea beyos inverosímiles".

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