El Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, a petición del Ministerio Fiscal, ha decretado el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del detenido ayer por la presunta agresión a su madre en el barrio de Ventanielles (Oviedo). En principio, y sin perjuicio de que esta calificación pueda modificarse a lo largo de la instrucción del procedimiento, se le atribuye un delito de violencia doméstica (lesiones).

El Juzgado, también a petición del Ministerio Fiscal, también impone al detenido la prohibición de acercarse a menos de 500 metros a su madre, su domicilio o cualquier lugar de ocio o esparcimiento donde ella pudiera encontrarse, así como la prohibición de comunicarse con ella, de forma directa o indirecta, por cualquier medio o procedimiento informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual, aunque hubiera consentimiento de la mujer. Las prohibiciones se mantendrán en vigor hasta el momento que haya una resolución definitiva que ponga fin al procedimiento o se dicte una nueva que las modifique o las deje sin efecto. En caso de incumplimiento, el detenido podría incurrir en un delito de quebrantamiento de medida cautelar.

La Fiscalía del Principado de Asturias basó sus peticiones en la gravedad de los hechos y lo elevado de la pena que en caso de condena acarrearían, en la existencia de indicios de participación en los mismos de la persona detenida y para evitar una posible reiteración delictiva y dispensar una mejor protección a la víctima.

Carmen Roco, vecina de Ventanielles, de 81 años, fue trasladada el lunes a las doce menos cuarto de la noche herida muy grave al HUCA. Su hijo, Antonio García Roco, de 59 años, con el que vivía desde hacía un año en el cuarto piso del número 7 de la calle Lago Enol, acaba de darle una paliza brutal. La octogenaria, según indicaron fuentes policiales, había sufrido dos derrames cerebrales y tenía la cara destrozada. Los agentes de la Policía Local que intervinieron en el suceso aseguran que el escenario de la paliza era dantesco: "Nunca habíamos visto nada igual, el hijo se había destrozado los nudillos en la paliza, la sangre inundaba la casa".

Carmen Roco tenía problemas de movilidad, últimamente caminaba apoyada en una muleta. El barrio de Ventanielles está conmocionado y confía en que Carmen Roco consiga recuperarse de las graves secuelas de la paliza que le asestó su hijo. A última hora de ayer la mujer permanecía ingresada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en estado grave.