Los vecinos de La Corredoria duermen hoy más intranquilos que hace una semana por los hechos delictivos llevados a cabo en el barrio: el atraco de dos hombres a un estanco a punta de destornillador, dos asaltos en tres días a un bar situado a escasos metros de dicho local y el robo cuchillo en mano de la caja de la farmacia de la calle Herrero Garralda el pasado sábado tienen en vilo a unos residentes convencidos de la necesidad de "una mayor presencia policial" para reducir la delincuencia en la zona.
El último episodio desagradable tuvo lugar a plena luz del día en el estanco de la calle Corredoria Baja. Dos jóvenes con el rostro cubierto entraron a las 11.30 horas en el establecimiento, donde sólo había un par de empleadas, una en la parte trasera del negocio, y una mujer comprando el periódico. Uno de ellos portaba un destornillador y el otro se mostró amenazante con un objeto que los testigos no fueron capaces de identificar. "Dijeron que querían lo que había en la caja y se les dio", explican fuentes del negocio que admiten haber entregado "una importante cantidad de dinero" a los cacos, que echaron a correr hasta un coche donde un tercero los esperaba para escapar.
El atracó llegó sólo un par de días después de que un bar situado a unos 150 metros sufriera su segundo asalto en tres días. Los cacos entraron en el local hacia las tres de la madrugada del viernes y se llevaron tanto el dinero de las máquinas tragaperras como de la caja y las cajas fuertes del local. No contentos con ello, a la misma hora del domingo volvieron para llevarse la enorme televisión del local orientada hacia la terraza exterior del bar. En ambos casos los ladrones entraron por la puerta corredera de la luna y consiguieron huir.
Según los afectados, la Policía les habría trasladado que las investigaciones de los hechos están abiertas y no se descarta que los autores sean los mismos.
