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Limpiezas, serenos y cámaras, la receta antipintadas del tripartito ovetense

El plan municipal para borrar los grafitis contará este año con más fondos, pero no se concentrará únicamente en el Antiguo

El tripartito ovetense redoblará este año los esfuerzos para eliminar las pintadas de las calles del casco urbano. Con el objetivo de mejorar la eficacia del plan de limpieza de pintadas aprobado el año pasado, el gobierno municipal prevé para este ejercicio, además de un aumento de fondos, evitar buena parte de las pintadas mediante la puesta en marcha del servicio de serenos y la colocación de cámaras de vigilancia con fines disuasorios. El reto, poner coto a las pintadas que según el estudio realizado por un grupo de trabajo del departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo cada vez se extienden a más puntos de la ciudad.

Hace un año, el tripartito aprobó una partida de 60.000 euros para borrar los grafitis realizados en el Antiguo. El resultado fue alabado por los vecinos, pero de escasa duración, porque en algunos casos las pintadas volvieron a aparecer en cuestión de días. Para este ejercicio, el gobierno reserva una partida de 100.000 euros para limpiezas si bien el plan no se limitará únicamente al Antiguo. Las labores se ampliarán a "otras zonas calientes" como, por ejemplo, Ciudad Naranco u Otero.

Sin embargo, y como ya se advertía en el estudio universitario, las limpiezas resultan insuficientes y por ello el tripartito confía en que el nuevo servicio de serenos contribuya a acabar con los ataques a la estética del casco urbano. Las cuentas municipales prevén para este ejercicio una partida de 250.000 euros para contratar a 18 personas, encargadas de vigilar, en colaboración con los comerciantes, las calles del Antiguo, la zona centro, Pumarín, Ciudad Naranco, La Argañosa y La Corredoria durante el horario nocturno. Según fuentes de la concejalía de Economía, está previsto que el servicio entre en funcionamiento en el mes de mayo en todas estas zonas.

De todos modos, son varias voces las que piden más medidas disuasorias contra los alrededor de 80 autores que en los últimos años han dejado su firma en las paredes de varios edificios públicos y privados de las calles ovetenses. Fuentes del área de Seguridad Ciudadana reconocieron ayer estar valorando la posibilidad de colocar cámaras de vigilancia en "zonas de difícil control" sobre las pintadas. Concretamente se baraja colocar este tipo de dispositivos en puntos como la calle Regla o al pasaje Luis Muñiz, en la zona del Antiguo. "Son soluciones que llevamos tiempo meditando y todavía no están del todo decididas", indicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández. El edil puntualiza que, de todos modos, las cámaras no pueden ser consideradas como la solución definitiva. "Antes que las cámaras se inventaron los pasamontañas", admite el concejal.

Dinero malgastado

Por su parte, Ciudadanos confía en que la existencia de estudios universitarios sobre el asunto lleven al tripartito a rectificar su política contra las pintadas. "El tripartito ya ha malgastado 60.000 euros en limpiar las pintadas del Antiguo que tardaron una semana en volver a aparecer", recrimina la formación naranja al gobierno municipal, al que recomienda adoptar otras propuestas lanzadas previamente por su grupo como mejorar la vigilancia con cámaras y endurecer las sanciones previstas para los autores de las pintadas.

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