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Adiós a "la casa de los tiros"

La rehabilitación del edificio borrará los disparos de la Guerra Civil en un inmueble repleto de balazos, el de más señales del conflicto en Oviedo Los dueños conservarán un pequeño tramo de fachada, insuficiente para los expertos

Una imagen actual de "la casa de los tiros". | L. MURIAS

"La casa de los tiros", en la esquina de la calle Samuel Sánchez con Real Oviedo tiene los días contados. La próxima rehabilitación integral del edificio, deshabitado desde hace quince años, acabará con las huellas de la Guerra Civil en el inmueble con mayor número de impactos de bala en la ciudad. La mayoría son del 17 de octubre de 1936 cuando una de las columnas gallegas franquistas capitaneada por el coronel Jesús Teijeiro Pérez rompió el Cerco a Oviedo tras enfrentarse a las milicias republicanas. Ambos bandos lucharon bajo la fachada que da a la actual plaza de la Libertad y donde hasta hace unos años hubo una estatua en honor a Teijeiro.

El grupo Arboleya se encarga ahora del proyecto de restauración de la casa, vacía durante los últimos quince años, con un proyecto del arquitecto Luis Arboleya que prevé tapar la mayor parte del frontal. Dejará en la parte baja un tramo rectangular con los ladrillos originales, algunos con agujeros de bala. Para historiadores y estudiosos de la Guerra Civil este detalle es insuficiente y ven un error el plan de rehabilitación. El edificio no tiene protección especial, más allá de encontrarse en el entorno del Camino Santiago. "Los impactos de bala le confieren cierto valor testimonial e histórico al edificio" y por eso las obras deben estar sujetas a "algunos condicionantes", afirma la Consejería de Cultura.

Según el arquitecto Arboleya, la comisión de Patrimonio le pidió que dejara un vestigio de los balazos, pese a que no está obligado. "Se va dejar un tramo de ladrillo con una placa y un recuerdo de lo que allí pasó", explica. El proyecto pasa por conservar la estructura original adaptando la casa a la normativa actual, la instalación de un ascensor y una ampliación de dos plantas.

El ovetense Francisco Fernández Riestra es historiador, arqueólogo y ha trabajado en varios catálogos de Planes de Ordenación Urbana (PGO) e inventarios de protección. A su juicio, el proyecto es la consecuencia de "la mala praxis de conservación de patrimonio en la ciudad, los responsables de Patrimonio deberían darse una vuelta por Europa para ver el grado de conservación y mimo que tienen con inmuebles similares".

El número 1 de la calle Samuel Sánchez data de 1932, obra de Enrique Rodríguez Bustelo, de estilo racionalista y guarda similitudes con edificaciones de la misma época de Alemania, Holanda o la República Checa.

Para el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana (Arama), Artemio Mortera, el proyecto de rehabilitación es "lamentable" porque la fachada tiroteada "no estorba a nadie" y es compatible con una reparación integral del inmueble.

Los rastros del contienda en la capital asturiana pueden seguirse por los impactos de bala o metralla en la fachada de las instalaciones que las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús tienen en la calle González de Valle, en la Catedral, en la parte trasera del colegio de los Dominicos, en la iglesia de San Juan, en San Pedro de los Arcos o en Casa Lucrecia, en el desvío a Santana de Abuli.

El arqueólogo y experto en arquitectura de conflicto, Alfonso Fanjul, asegura que "la casa de los tiros" es una joya y "el último fósil arquitectónico de la batalla del Cerco a Oviedo" porque no existe ningún edificio tan tiroteado.

Otra de las voces autorizadas en patrimonio de la Guerra Civil y cofundador de Arama, Ramón Duarte, también rechaza el proyecto arquitectónico al considerar inadecuado cubrir más del 90 por ciento de los impactos de bala. En una postura más neutra se encuentra el historiador y geógrafo, Toño Huerta: "Considero que el inmueble no tiene valor patrimonial, pero sí histórico. Es un testigo de la Guerra Civil". Y da por bueno el hueco testimonial que conservará la fachada.

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