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Roberto Rodríguez-Jiménez Jefe de Psiquiatría del Hospital Doce de Octubre, formará a especialistas asturianos en técnicas de electroestimulación

"El electroshock es muy rentable: reduce las bajas, las urgencias y los ingresos"

"La mayoría de los pacientes son mayores de 50 años que llevan tiempo medicándose y a los que los psicofármacos han dejado de hacerles efecto"

Roberto Rodríguez-Jiménez. LNE

Roberto Rodríguez-Jiménez (Madrid, 1970) es el médico psiquiatra que formará a los especialistas asturianos que se encargarán de aplicar las terapias con electroestimulación en el Hospital Monte Naranco a partir del próximo mes. Rodríguez-Jiménez es jefe del equipo de Psiquiatría y del programa electroconvulsivo de mente en el Hospital Doce de Octubre, un referente en este campo. Asegura el experto que el ahorro de las arcas públicas gracias a la aplicación de estos sistemas es "muy importante" y que, además, la electroconvulsión tiene menos efectos secundarios que los psicofármacos.

-¿En qué consistirá la formación de los psiquiatras asturianos?

-La idea es que el equipo de profesionales asturianos se desplace al Hospital Doce de Octubre a recibir formación y cuando el electroshock (TEC) se comience a aplicar en el Monte Naranco yo mismo iré a supervisar las primeras sesiones. Los psiquiatras asturianos tienen un magnífico conocimiento teórico, ahora sólo falta aplicar la técnica. Colaborar con la Sanidad en Asturias es algo que me emociona a nivel personal, yo tengo el corazón asturiano, adoro esa tierra. No es la primera vez que formamos especialistas de fuera, ahora mismo tenemos una residente argentina en el servicio aprendiendo a aplicar este tratamiento.

-¿Por qué esta terapia arrastra tan mala fama?

-La terapia electroconvulsiva comenzó a aplicarse en Italia en 1938, es un tratamiento muy eficaz, pero lo que ocurrió es que hasta los años 60 no comienzan a aplicarse los psicofármacos y hubo ahí unos años en los que el electroshock se aplicó a los enfermos que lo necesitaban y a los que no. Además, se hicieron películas en las que se mostraba la técnica y que dejaron huella en la sociedad, como fue el caso de "Alguien voló sobre el nido del cuco", y de ahí la mala prensa. Pero se trata de un tratamiento avalado por la comunidad científica, que obtiene muy buenos resultados siempre que se aplique en los casos que lo requieren. Hoy en día esto está totalmente controlado y no es invasivo.

-¿Para tratar qué patologías está recomendado?

-Todas en las que se ha demostrado su eficacia, como son las depresiones mayores, tanto unipolar como bipolar. Cuanto más grave sea la depresión, mayor es el éxito de la terapia. También se aconseja para depresiones psicóticas, donde hay un porcentaje de curación de hasta el 90% de los casos. En trastornos de manía, en los episodios psicóticos de pacientes con esquizofrenia y sobre todo en las esquizofrenias resistentes.

-Los datos apuntan a que cada vez hay más depresiones en la sociedad.

-Así es, pero hay que hacer una diferenciación entre la depresión interna, donde afectan los factores biológicos y los ambientales, y aquellas que vienen derivadas de una situación del entorno, como una muerte de un familiar, por ejemplo. Cuando una depresión es grave y de ella subyacen problemas o alternaciones en los neurotransmisores, ocurre que con los años muchos pacientes dejan de responder a la medicación y es más ventajoso para ellos someterse a terapias de electroconvulsión.

-¿Cuál es el coste del electroshock, sale rentable a la sociedad aplicarlo?

-Hemos llevado a cabo una investigación que demuestra que el ahorro es importante. ¿Por qué?, porque se reducen los ingresos, las urgencias y las bajas. Está demostrado que la terapia con electroshock es muy eficaz en términos económicos.

-¿En qué consiste una sesión con electroshock?

-En una sesión, el paciente baja a quirófano y se le administra anestesia general. Pero es una anestesia que tendrá un efecto muy corto, entre uno o dos minutos. Lo que se busca es la relajación muscular del paciente, para que no haya convulsión física, sólo cerebral. Una vez que la anestesia haga efecto, se aplica una corriente que dura entre tres y siete segundos. El tratamiento en casos graves supone entre 20 y 30 sesiones, y luego muchos de ellos siguen un tratamiento de mantenimiento con una sesión al mes o cada cinco semanas.

-En Madrid ya han conseguido que estos tratamientos sean ambulatorios.

-Así es, en 2018 en el Hospital Doce de Octubre dimos 436 sesiones de TEC, de las cuales 233 fueron ambulatorias. El paciente llega, normalmente acompañado de un familiar y una hora después está dado de alta y puede volver a su vida normal. Ya no es necesario que los pacientes ingresen ni un solo día. Estas terapias han avanzado mucho en los últimos años.

-Estas patologías graves, ¿a quienes afectan más?

-La mayoría de los pacientes son mayores de 50 años que llevan años tratados con medicación. Las patologías afectivas las sufren más las mujeres y las psicóticas los varones.

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