El delegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Martín, usó ayer varias veces la palabra "aporofobia" durante la conferencia que ofreció como parte del programa de la Semana Social de la parroquia de San Juan. El término fue revisado y acuñado en los 90 por la catedrática de Ética de la Universidad de Valencia Adela Cortina para referirse al rechazo hacia el extranjero pobre. El delegado de Cáritas y sacerdote de la diócesis de Mérida (Badajoz) quiso ejemplificar así una de las principales causas de la doctrina social actual de la Iglesia, que debe luchar contra la discriminación social, asistir a los más necesitados y transformar las estructuras sociales, económicas y políticas para que términos como "aporofobia" no se extiendan.

"Hay quien venera a Messi o a Cristiano y mira mal al extranjero pobre. La institución católica no puede obviar un problema así e introducirlo en su doctrina social". Martín expuso ante el público congregado en la sede externa de la parroquia de San Juan, en la calle Fray Ceferino, una conferencia titulada "Una Iglesia con rostro samaritano" en la que, además de explicar el punto de vista y las acciones concretas de la institución católica sobre la población más desfavorecida, ofreció algunos de los últimos datos de Cáritas en España.

Según esos informes, hay 8,6 millones de personas que padecen exclusión social en el país. Lo que significa que ha habido un aumento de 1,2 millones de personas con respecto a 2007, en pleno estallido de la crisis económica española. "La conclusión que debemos sacar de estas cifras es que vivimos en una sociedad con grandes desigualdades sociales porque el modelo que predomina es economicista, individualista, culturalmente relativista y secularizado", comentó Martín.

Los informes de Cáritas arrojan otros datos negativos: La exclusión severa ha crecido un 40% afectando a casi cuatro millones de personas. Además, en España hay alrededor de seis millones de personas con problemas de integración social. Ante estos datos, el delegado de Cáritas Española aboga por que la Iglesia esté al servicio de los más empobrecidos "porque son los crucificados de hoy". A su juicio, el Papa Francisco está contribuyendo a potenciar la dimensión social de la institución católica de acuerdo a las enseñanzas del evangelio: "La misericordia y la compasión son estructurales en la vida de Dios y han de serlo en la de la Iglesia".

Martín cree que la causa de que buena parte de la sociedad actual mire hacia otro lado y crezca la aporofobia es la proliferación a la par de dos fenómenos; la ausencia de Dios y la pobreza. "La Iglesia debe trabajar para facilitar el conocimiento y el encuentro con Dios de los ciudadanos y ayudar a los desfavorecidos, pero también debe denunciar la injusticia y revelar lo que la masa quiere ocultar.

Lejos de ofrecer una visión puramente evangelizadora de la Iglesia, el delegado de Cáritas señaló que los cristianos no deben perder de vista que "los que más sufren son interlocutores del Evangelio porque nos ayudan a describir su esencia".

La Semana social de la parroquia de San Juan finaliza hoy con la intervención del profesor universitario Ignacio María Fernández de Torres, sobre "Caminos de transformación de la realidad", a las 19.30 horas, en la capilla de la calle Fray Ceferino, 24, escalera izquierda, 3.º. La entrada es libre y gratuita. En caso de aforo excesivo la conferencia se trasladará con tiempo suficiente de llegada al salón de actos de la basílica de San Juan.