Rubén Esteban Mercader empezó en el rap, pero ha ido evolucionando como persona y como músico hasta otros estilos, sin abandonar lo que fue, pero creciendo como artista. El viernes se presenta por primera vez en Oviedo dentro de la gira "Escenarios Mahou". Será en la sala Tribeca a partir de las 21.30 horas. Los que esperen a un rapero no se sentirán defraudados, pero conocerán nuevos sonidos. Zetazen, como se hace llamar este madrileño de 25 años, estará acompañado de la guitarra de J. Heras, "un chico que viene del pop", apunta. Así que lo que se oirá serán esas "canciones íntimas para escuchar a solas" pero "dándoles una vuelta y con otro ritmo".
Zetazen no tiene claro en qué género enmarcarse. "Trato de no decirle a la gente que hago rap porque siempre piensan una cosa distinta", reconoce y explica: "Empecé haciendo rap, pero ahora hay mucha más melodía, hay versiones acústicas y también canciones que tiran al trap". "Música urbana, un poco de todo", concluye. Además, la edad también va pasando y reconoce que ahora mismo cantar una de aquellas canciones de sus inicios, con letras interminables, le fatiga un poco más en los escenarios que hace diez años.
Zetazen ha llegado al punto de que hay personas que se tatúan sus letras. "Es bonito, pero es más bonito aún pensar que no lo hacen porque sean versos de mis canciones, sino porque yo hablo de sensaciones y vivencias y cada persona que escucha una de esas canciones la hace suya y algunos se han tatuado cosas", reflexiona.
El cantante empezó su carrera en 2010 autoproduciéndose y ahí sigue, "un poco a mi bola", aunque con el paso de los años sí que ha ido apoyándose en otros productores para sacar adelante todo su trabajo.
