La presencia de los jabalíes sigue siendo un rompedero de cabeza para algunos barrios de la capital asturiana. La invasión de los suidos es tal que hasta entran a las dependencias sanitarias. Al menos eso denuncia el personal y los usuarios del centro de rehabilitación psicosocial de San Lázaro, donde, ayer sin ir más lejos, cuatro suidos se agolparon a la puerta para revolver en los cubos de la basura.

El equipamiento, dependiente del Sespa y con 21 ingresados, imparte varios servicios diurnos y nocturnos y es habitual que la gente se encuentren a sus puertas a los animales en los cambios de turno. "Algunos usuarios y trabajadores han tenido que espantarlos con palos para poder salir", señala el trabajador del centro Isaac López.

Aseguran que estas "invasiones" se vienen produciendo desde hace un mes, por lo que dudan de la eficacia de las medidas anunciadas por la administración para controlar la presencia de la especie en la zona. "Hemos llamado a la Policía Local, pero no parece que estén haciendo nada por poner coto a esta situación", indican.

Los barrios de San Lázaro y Otero son punto habitual de reunión de jabalíes, generalmente para comer los desechos arrojados por los residentes en la basura. El Consistorio ya ha abierto expediente sancionador a varios vecinos acusados de darles de comer a los suidos y anunció medidas para atajar el crecimiento de la población.