"Como por el momento no hay solución, hay que buscar una salida que es pactar el desacuerdo para no irnos directos al precipicio de la degradación". Esta es, a juicio del sindicalista y político catalán Joan Coscubiela, la única manera de contener el "preocupante deterioro social" que ha generado el conflicto independentista en Cataluña y en el resto del Estado. En un coloquio organizado por Tribuna Ciudadana en colaboración con el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, con la participación del redactor jefe de este periódico Andrés Montes y la directora del Club, María José Iglesias, el portavoz de Catalunya Sí que es Pot cuando se produjo el desafío soberanista en el Parlament abogó por "enfriar" el enconamiento social -"minimizando las diferencias y no excacerbándolas"- para que se vayan dando las condiciones de "alumbrar algo nuevo". A este respecto, reivindicó el papel de la "democracia deliberativa", porque "no todo se soluciona votando", y llamó la atención sobre el hecho de que España ha pasado de "dar un ejemplo al mundo con la Transición" a convertirse en un país "en el que no es posible pactar absolutamente nada".

Para Coscubiela, "lo más preocupante" es "el deterioro de una sociedad que ha pasado de la indignación a la ira", con un "grado de irritación difícil de canalizar" y que, a su juicio, no va a desaparecer con unas elecciones que tampoco van a servir para aclarar demasiado la complicada situación política. Para el que fuera secretario general de CC OO en Cataluña, la responsabilidad de los líderes independentistas en lo que ha sucedido es innegable, pero no única. "Hay muchas responsabilidades compartidas y el PP ha exacerbado los ánimos", subrayó Coscubiela, para quien si los ejecutivos de Rajoy han sido una máquina de fabricar independentistas, el independentismo también ha favorecido a su vez el crecimiento de la extrema derecha en el resto del país. "Los conflictos identitarios hacen que la gente se vaya al extremo de los extremos", apuntó.

A pesar de que, a su entender, la declaración unilateral de independencia supuso un "enorme error" que el soberanismo "no ha asumido", Coscubiela se mostró contrario a que sus líderes entraran en prisión preventiva, postura que, según dijo, también mantuvo en el caso de los dirigentes del PP que fueron enviados a la cárcel antes de la sentencia por supuestos delitos de corrupción. Sobre el juicio, dio por hecho que los cabecillas del "procés" serán condenados, si bien ve complicado que se pueda probar el uso de la fuerza para justificar la rebelión. "Entre la absolución y la rebelión hay un gran marco jurídico. Por ejemplo, la Abogacía del Estado los acusa de sedición, un delito en el que hay muchos grados", señaló.