La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno ultima los detalles de una de las Semanas Santas más importantes de su historia reciente. En concreto, la de los últimos veinticinco años. La agrupación volvió a procesionar por las calles de Oviedo en 1994 tras más de treinta años sin actividad porque, al igual que el resto de hermandades de la ciudad, atravesaron por un periodo de inactividad en el que la ciudad se mantenía al margen de los desfiles religiosos. Para celebrar el aniversario, los cofrades han preparado un programa de actividades diferenciadas en dos bloques; la tradicional novena (entre próximo el jueves 21 de febrero y el 1 de marzo) y la procesión del Miércoles Santo en Semana Santa. Además, habrá actos complementarios como conferencias y conciertos.
La cofradía ha introducido una novedad en el último día de la novena (el primer viernes de marzo). La imagen del Nazareno estará expuesta en el altar de la iglesia de Santo Domingo -Dominicos- a partir de las diez de la mañana. "Ese día que fue muy importante para nuestra cofradía. Hace décadas, la cola de fieles para venerar a nuestro titular llegaba hasta la calle Marqués de Gastañaga", explica el diputado de culto de la agrupación, José Carlos Soler. Ese mismo día habrá misas en los Dominicos a las 10.00, 12.00 y 17.30horas, mientras que el rosario se rezará a las 19.00 horas. Como broche final, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, celebrará una misa solemne a las 19.30 horas con el acompañamiento del coro "San Roque" de Lastres.
Según los miembros de la cofradía, Federico Gutiérrez, "la novena a Nuestro Padre Jesús Nazareno constituye, junto con la estación penitencial, el acto principal de la Hermandad y Cofradía. Ésta ha venido celebrándose desde muy antiguo, incluso en la época en que la cofradía estuvo disuelta, con gran afluencia de fieles. Es el momento en que la devoción hacia Jesús Nazareno se hace latente más que nunca. Prueba de ello son las numerosas visitas procedentes de toda de España y que año tras año aumentan".
Durante la celebración de la eucaristía solemne, se impondrán medallas a los nuevos hermanos cofrades que lo hayan solicitado. De hecho, aquellos que estén interesados en el ingreso pueden comunicarlo en el despacho parroquial de los Dominicos o llamar por teléfono, de lunes a jueves, de 17.30 a 19.00 horas, antes del 1 de marzo. La misa solemne también servirá de marco de presentación del nuevo cartel de la Semana Santa de la cofradía del Nazareno, que esta vez correrá a cargo del pintor asturiano Manolo Linares, exalumno a su vez del colegio de los Dominicos.
Una de las novedades más importantes de los actos que organizará la cofradía del Nazareno en Semana Santa será la recreación del vía crucis que partirá de la Catedral para discurrir hasta la iglesia de Santo Domingo. Cada una de las catorce estaciones tendrá un singular contenido. Por ejemplo, la talla de Cristo se encontrará con el paso de Nuestra Señora de los Dolores (titular la cofradía del Santo Entierro) en la plaza del Ayuntamiento. Según el hermano mayor de la cofradía del Nazareno, Federico Gutiérrez, la idea surgió este año tras varias reuniones. "Pensamos qué haría Jesús si tuviera que pasar por las calles de Oviedo.
La campaña solidaria que organizan los cofrades anualmente también variará ligeramente. En lugar de recoger alimentos, los hermanos venderán un "bolígrafo solidario" por dos euros. Los beneficios obtenidos serán donados íntegramente a Cáritas Parroquial en favor de los más necesitados. La cofradía pondrá a la venta los bolis durante la celebración de la novena, a la salida de las misas de cada domingo y en establecimientos colaboradores. La campaña estará activa del 22 de febrero al 28 de marzo (Miércoles Santo).
La historia de la cofradía se remonta al siglo XVII. Así lo certifican los escritos que se conservan en la iglesia de los Dominicos y que hacen referencia a la existencia de la cofradía con anterioridad a 1622. La imagen del Cristo Nazareno se veneró en un primer momento en la capilla de San Cipriano, en la Puerta Nueva Alta, un lugar cercano al cementerio viejo de la ciudad, para años después trasladarse a la iglesia de los Dominicos. La hermandad se constituyó por primera vez formalmente en 1886 con la aprobación de un reglamento propio revisado por el entonces obispo de la diócesis, José Luis Montagut. En 1939 la cofradía prácticamente se disolvió para resurgir con fuerza hasta mediados de los sesenta.
