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AURORA FERNÁNDEZ ZAPICO | Psicoanalista y soprano

"Pude dedicarme a la ópera de modo profesional, pero opté por el psicoanálisis"

"Cuando terminé la carrera en Madrid empecé a trabajar en el Centro Ángel de la Guarda de Oviedo, para personas con parálisis cerebral"

Aurora Fernández Zapico. LUISMA MURIAS

Aurora Fernández Zapico, psicoanalista y soprano, nació en Turón; de niña se mudó a Oviedo con su familia y se formó en la Universidad Autónoma de Madrid. El psicoanálisis y la ópera son sus grandes pasiones y a ellas se dedica en diferentes planos.

Los años de infancia, el colegio y las primeras aficiones. "Nací en La Llera, Turón, en una casa grande, de piedra, que construyeron mis abuelos paternos -a los que desgraciadamente nunca llegué a conocer- y cuya planta baja, casi en su totalidad, estaba ocupada por la escuela nacional mixta, a la que asistí casi desde que empecé a andar y que para mí era como un juego. Uno de mis primeros recuerdos infantiles está relacionado con el deseo de aprender y el placer del conocimiento, asociados a unos enormes tomos de la enciclopedia de la biblioteca de mi padre, que además consultaba asiduamente. También mi interés por la música y el canto surge desde mi más temprana infancia, asociado a la voz de mi padre, que todas las mañanas al levantarse cantaba asturianadas con voz bien afinada e impostación natural. Mis hermanos mayores también cantaban todos los días, al atardecer, en la galería de nuestra casa, y me uní a ellos en cuanto pude. Aprendí a cantar a la vez que a hablar. Años más tarde cada vez que volvía a visitar a mis antiguos vecinos me comentaban que recordaban con cariño la alegría de aquellas canciones de un improvisado coro de voces blancas. En 1963 nos trasladamos a Oviedo, a una vivienda unifamiliar que me permitió seguir disfrutando de un pequeño jardín y de jugar en la calle".

Los estudios y el nacimiento de la vocación profesional. "Estudié en el colegio de las Teresianas Señoritas, que en aquellos momentos gozaba de gran prestigio. El estudio nunca fue algo tedioso, sino un privilegio. Una oportunidad para aprender a ser independiente y valerme por mí misma. El colegio también tenía una enorme finca que convertía los recreos en aventuras apasionantes. Mi padre estudió lo que entonces se llamaba facultativo de minas en la Escuela de Capataces de Mieres y durante varios años dio clases, posibilitando que otras personas también tuvieran la oportunidad de estudiar, para mejorar su condición profesional. En la época en la que ocupó la jefatura del pozo de La Güeria de Urbiés obtuvo varios años consecutivos 'la copa de seguridad', trofeo simbólico que se concedía como un reconocimiento a los pozos en los que no había siniestralidad. Mis padres siempre tuvieron un gran sentido del deber y alto sentido de la responsabilidad. En ese contexto surge mi interés, como una vocación, por conocer y profundizar en el origen de los conflictos internos del psiquismo humano, así como de su sustrato biológico, por lo que dudaba entre estudiar Psicología o Medicina".

Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid. "Cuando empecé Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid coincidió con la llegada del músico José Peris, que venía de Alemania, y con la creación del Departamento de Música, en el que colaboré muy activamente. En el último trimestre de 1976 organizamos varios conciertos en el Teatro Real de Madrid. También pusimos en funcionamiento un grupo de danza dirigido por Carmina Miracle, cursos de música con la escuela Carl Orff de Alemania y cursos de Musicoterapia y conferencias a cargo de primeras figuras como Rubinstein y Penderecki.

Encuentro con el psicoanálisis. "Mi primer contacto, teórico, con el psicoanálisis se produce en los dos últimos cursos de Facultad, a través de las sesiones de la Clínica de la Concepción con psicoanalistas argentinos huidos de la dictadura. Completé mi formación en el ámbito privado. Empecé a trabajar en enero de 1977 en el centro piloto Ángel de la Guarda de Oviedo, que atendía a personas con parálisis cerebral. En el verano de 1978 fui a Italia para informarme sobre experiencias de integración de niños con necesidades educativas especiales en la escuela ordinaria. Las personas con parálisis cerebral en muchos casos tienen una inteligencia normal, y éramos conscientes de que la institución específica podía ser un freno para el desarrollo de estos niños. Estuve trabajando como asistente voluntaria en Trieste, con Franco Basaglia en una experiencia dentro de lo que se denominaba Antipsiquiatría y que luchaba por defender la dignidad y los derechos de los denominados enfermos mentales. Uno de los pacientes que me adjudicaron tocaba la guitarra y me pedía que cantara. De ahí surgió mi apodo de 'la ragazzina dalla bella voce'. Mi estancia en Trieste reforzó mi convicción de la importancia del Psicoanálisis como verdadera alternativa al tratamiento del sufrimiento psíquico. Empezamos a organizar paseos por Oviedo para que los chicos conocieran la ciudad y para que pudieran ser vistos con mayor naturalidad por el resto de ciudadanos".

La integración de las personas con parálisis cerebral. "Existía un problema de falta de integración laboral. Había un grupo de adultos que trabajaba en un taller situado en el centro, tostando cacahuetes y haciendo palomitas que planteaban problemas de comercialización. En alguna ocasión nos presentamos en El Fontán para vender y reivindicar la integración social y laboral de las personas con parálisis cerebral. En enero de 1979, el Centro Ángel de la Guarda firma un concierto económico con la Seguridad Social que hizo posible la puesta en marcha de actividades pioneras".

El amor a la ópera. "En 1978 retomé mis estudios de música y canto en el Conservatorio de Oviedo. En enero de 1986 hice una prueba en Madrid con Ana María Iriarte, quien me sugirió la posibilidad de dedicarme exclusivamente a la música. Opté por el psicoanálisis como principal actividad profesional y empecé a estudiar Lied alemán. Mi primer concierto de Lied en Oviedo fue en marzo de 1995. Seguí estudiando e investigando en un nexo entre ópera y psicoanálisis. Fruto de todos estos años de trabajo surge lo que yo denomino 'ópera en clave de psicoanálisis'. Se trata de un pensamiento original que consiste en abordar la ópera desde los conocimientos, y de la experiencia profesional de ambas disciplinas que confluyen en mi persona, y que hacen posible desvelar el saber inconsciente que tanto escritores como libretistas y músicos reflejan en sus obras".

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