"Joseph Fourier, autor de la teoría de la analítica del calor, basada en parte en la ley del enfriamiento de Newton, es el prototipo de matemático ilustrado y fue el primero que estudió el efecto invernadero en la atmósfera". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Fernando Bombal Gordón, durante la conferencia que glosó la vida de uno de los científicos más versátiles del siglo XVIII francés.

"Fourier lo mismo podía dar lecciones de amabilidad y cortesía a un parlamentario que de Teología a un obispo", señaló el conferenciante, catedrático de Análisis Matemático de la Universidad Complutense.

Bombal ofreció una de las charlas del ciclo del Programa de Promoción de la Cultura Científica y Tecnológica, organizado por la Facultad de Química de la Universidad de Oviedo y la Real Academia de Ciencias. Fue presentado por Susana Fernández, decana de la Facultad de Química, que destacó el extenso e intenso currículum del investigador, que ha sido profesor visitante en diversos centros de Inglaterra, Estados Unidos, México, Cuba y Polonia, y ha trabajado en campos como la geometría y estructura de espacios de Banach.

Bombal destacó el carácter polifacético de Fourier, que incluso diseñó la parte francesa de la carretera que une Grenoble con Turín y fue un destacado egiptólogo, fruto de los viajes que tuvo que hacer por encargo de Napoleón, que llegó a ennoblecerlo como barón.

En 1801 Fourier regresó a Francia con una amplia colección de objetos, incluyendo una copia de la Piedra de Rosetta que su amigo Jean-François Champollion logró descifrar en 1822. También contribuyó con varios escritos, en particular al prefacio histórico de la obra "Description de l'Égypte", un tratado colectivo monumental que intentaba catalogar sistemáticamente todos los aspectos conocidos del Antiguo y moderno Egipto, así como describir su historia natural.

El catedrático citó la famosa frase pronunciada por Fourier: "El estudio profundo de la naturaleza es la mina más fértil de descubrimientos matemáticos". Bombal detalló que las investigaciones del sabio galo sobre la difusión del calor le llevaron a introducir un nuevo método de representación de funciones por medio de series trigonométricas, (las llamadas series de Fourier), que se ha mostrado eficaz en muchos campos de las matemáticas y la física, como la transmisión de señales o la representación de imágenes.

Dejó inacabado su trabajo sobre resolución de ecuaciones, publicado en 1831, con una demostración de su teorema sobre el cálculo de las raíces de una ecuación algebraica.