María Ángeles Espinosa Bayal participó ayer en Oviedo en la IV Jornada Universitaria sobre los Derechos de la Infancia y desveló los datos comparativos entre las diferentes comunidades autónomas respecto a la escolarización de los pequeños menores de 3 años. Según Ángeles Espinosa los sistemas de las comunidades difieren "muchísimo" y lo que propone Unicef es que se apruebe un decreto de mínimos que regularice esta educación en todas las regiones y que asegure que "todos los niños que necesiten escolarizarse en esta etapa tengan garantizado el derecho a hacerlo".

-Quieren sensibilizar a la sociedad de la necesidad de impulsar las escuelas de 0 a 3 años.

-Así es. Y lo hacemos desde el entorno universitario por dos razones; una, porque nos sirve de altavoz para llegar a la población joven, y dos, porque nos permite tener datos exhaustivos para poder reclamar que se garanticen los derechos de la infancia en todo el territorio nacional.

-En esa radiografía y análisis que han llevado a cabo, ¿cómo se posiciona Asturias?

-En Asturias se escolarizan poco niños en escuelas infantiles, faltan recursos. Sólo el 19,1% de los niños hasta 3 años se escolarizan, frente al 39,45% a nivel nacional. Queda mucho camino por recorrer. La comunidad autónoma que tiene unas tasas de escolarización más altas en este rango de edad es el País Vasco, con un 51,2%, y la más baja, Canarias, con el 12,1%.

-¿Por qué estas diferencias?

-El problema es que la educación hasta los 3 años no se regula igual que la educación obligatoria. Entonces nos encontramos con escuelas dependientes de las consejerías de Educación, otras que se gestionan desde los ayuntamientos y además las exigencias para obtener una plaza cambian totalmente de una comunidad a otra. En algunas se favorece a los padres con trabajo, porque se considera una medida que ayuda a la conciliación, pero quizás es más importante dar prioridad a las familias donde los padres no tienen una ocupación, porque los niños que acuden a estas escuelas tienen garantizadas dos comidas al día.

-La respuesta educativa que se da en estos centros, ¿les convence?

-Aquí también se dan muchas diferencias entre comunidades, ni siquiera las exigencias del personal que trabaja en ellas es la misma. Pero lo que sí que podemos afirmar desde Unicef es que se presta más atención a dar respuesta a las necesidades asistenciales de los niños, pero falta impulsar la parte educativa.

-¿Qué beneficios aporta a los niños escolarizarse desde edades tan tempranas?

-Muchísimos. Principalmente que van a ser niños que van a desarrollar antes sus habilidades sociales, van a trabajar el desarrollo cognitivo, practican el juego simbólico, lo que les ayuda a trabajar con la mente. Para Unicef, la prioridad no es que todos los niños se escolaricen entre 0 a 3 años, pero sí lo es que todos aquellos que lo reclamen dispongan de una plaza y que, además, el precio de este servicio se ajuste a la economía familiar, por eso debería de establecerse un baremo en función de la renta y que incluya la gratuidad para todas las familias con bajos recursos.

-Hay un aumento del movimiento antivacunas, ¿cómo se garantiza el derecho a la salud de esos niños?

-El derecho a la salud está contemplado en la Convención de las Naciones Unidas en su artículo 3. Es muy complicado que haya leyes que obliguen a vacunar a los niños y a regir este asunto, pero hay que tener en cuenta que los intereses de los pequeños siempre son prioritarios.

-La escolarización no es obligatoria hasta los 6 años. ¿Usted defiende la incorporación a las escuelas de 0 a 3 años?

-Es un entorno magnífico para iniciar el curso de la vida, y mucho más si tenemos en cuenta que ahora en muchas familias los niños no tienen hermanos y, por lo tanto, tampoco con quién jugar. Las escuelas de 0 a 3 son, además, una garantía para paliar las diferencias que se producen entre familias, debido a la renta, la situación emocional de cada núcleo familiar... Una plaza en una escuela de educación infantil, garantiza que atiende al menor.