Daniel López, psicólogo experto en depresión y ansiedad, arranca hoy, con la charla titulada "La locura del orden", el ciclo de conferencias que la Escuela Municipal de Salud y el Teléfono de la Esperanza, del que el ponente es voluntario, organizan hasta junio. La finalidad de estas jornadas es mejorar la salud mental de los ciudadanos, escucharlos y darles pautas para gestionar mejor sus emociones. Será a las 19.30 horas en el Calatrava.

-¿Por qué nos deprimimos?

-Porque nos empeñamos en que todo en nuestra vida tiene que estar perfectamente ordenado y no dejamos lugar a la improvisación. Cuando se nos descoloca ese orden, nos frustramos enormemente. Lo que falla no es la vida, sino la forma que tenemos de enfrentarnos a ella. La perfección es un imposible y el orden que queremos imponer nos está enfermando.

-¿Cómo identificamos que tenemos un problema, ¿cuáles son las señales?

-Cuando una persona se levanta de la cama durante tres días seguidos y se mira al espejo y ve que la vida que lleva no es la que quiere, hay un problema. Muchas veces se nos olvida que la vida es un tránsito leve, perdemos la percepción de que somos mortales y somos incapaces de vivir el momento, de disfrutarlo.

-¿Cómo tratamos la ansiedad o la depresión, necesitamos medicación?

-La medicación es necesaria en algunos procesos, pero no podemos olvidarnos de que actúa como una muleta que nos tiene que ayudar a aplicar cambios en nuestra vida. Debemos apoyarnos en ella para hacer modificaciones en nuestra vida y acudir a un especialista para seguir una terapia.

-La ansiedad y la depresión siguen siendo enfermedades tabúes para mucha gente.

-Lamentablemente sí. Pero no merece la pena perder el tiempo con los que no lo entiendan, lo que hay que hacer es gastar esas energías con las personas que están pasando por estos procesos y que necesitan de nuestro apoyo y comprensión. A terapia va la gente que quiere resolver sus problemas, porque problemas tenemos todos.

-Estas charlas acercan la psicología a la gente. ¿Lo necesitamos?

-Creo que este tipo de iniciativas son muy prácticas, porque la gente que sufre algún tipo de depresión y ansiedad se va a sentir arropado y comprendido por la gente que le rodea. En muchísimas ocasiones, la gente depresiva o que sufre trastorno de ansiedad se aísla, porque no se siente comprendida en ningún lugar.

-¿Nos dan miedo los cambios?

-Sí, pero es importante que nos concienciemos de que para salir de una situación así debemos de aplicarlos. Es muy importante que seamos capaces de retomar aficiones que teníamos aparcadas o perdidas, pero generalmente estamos tan metidos en nuestro día a día, que dentro del bosque es complicado que veamos el árbol. En el Teléfono de la Esperanza tratamos a muchísima gente a la que tendemos una mano, ayudamos y enseñamos cómo hacer esas modificaciones que son tan necesarias en su vida.

-¿Por qué cada vez hay más trastornos de este tipo?

-Además de esa obsesión por tenerlo todo controlado, nos influye mucho que la revolución digital nos ha hecho evolucionar en veinte años más que en doscientos. Pero no somos capaces de procesar toda esa información y nos hemos convertido en personas más influenciables. Hay que desterrar la idea de que en la vida todo lleva un orden. La perfección es imposible.