El Antiguo se cae a pedazos, pero a pesar del consenso sobre la necesidad de acometer arreglos urgentes falta voluntad política para llevarlos a cabo. Son las conclusiones a las que llegan los colectivos de comerciantes y vecinos cuando se les pregunta por las propuestas lanzadas por varios expertos para frenar el deterioro del barrio. Las asociaciones reciben con los brazos abiertos la posibilidad de importar el modelo de éxito de otras ciudades españolas para recuperar el esplendor de sus cascos viejos, aunque creen que simplemente con apostar por la apertura de nuevas tiendas y reducir las trabas administrativas podría revertirse en gran medida la situación.
Entre las propuestas planteadas, una de las mejor acogidas es la de crear una oficina de asesoramiento integral para los que quieran instalarse en la zona, como ya ocurre en Pontevedra. "Si conseguimos abrir más tiendas quizás se animaría a los dueños del resto de edificios a repararlos y sacarles provecho", sostiene el presidente de la asociación de vecinos del Oviedo Redondo, Manuel Almeida, quién también vería bien una mayor mano dura por parte del Consistorio para exigir rehabilitaciones.
Los protagonistas del día a día del barrio muestran un consenso absoluto a la hora de hablar de la imperiosa urgencia de un plan especial, aunque difieren en algunos aspectos. Mientras que la asociación de comerciantes insta a elaborar "un plan urgente en colaboración con expertos, actualizado", el colectivo de vecinos del Oviedo Antiguo ve todavía aprovechable el elaborado por el técnico Francisco Pol a mediados de los años noventa del siglo pasado. "Si se aplica el 25% de aquel plan ya mejoraríamos notablemente", indica el presidente de la asociación vecinal, Juan García, quién culpa al Ayuntamiento de que dicho proyecto no llegase a buen puerto. "Está demostrado que no hay voluntad política porque nunca hacen nada", indica.
Por su parte, la representante de los comercios Sandra Sutil ve pertinente un nuevo plan adaptado a los tiempos que corren, diseñado por expertos y refrendado por los vecinos, aunque para ella, pero poniendo el foco en dar facilidades a los interesados en emprender y vivir en la zona. "Hay que exigir a la administración una tramitación única y ágil porque hay gente que lleva 15 meses esperando por permisos", apunta Sutil en relación a varios casos denunciados por comerciantes.
