Nunca se debe generalizar, y mucho menos en aspectos tan importantes como en la educación. Por ello, sobra decir que no todas las escuelas infantiles son iguales. Es más, en muchos casos distan mucho del concepto tan extendido de guardería.
En la última década han sido muchos los avances científicos que se han dado a conocer sobre el cerebro y su funcionamiento, despertándose un interés por la neurología que abarcaba muchos campos pero cuya aplicación en el ámbito educativo, está en una fase muy inicial. Desde hace tiempo un grupo nacional de escuelas infantiles, asentado desde hace años en Oviedo, ha implantado un método propio de neuropedagogía aplicada que favorece la evolución de los más pequeños desde todos los ámbitos de desarrollo, incluyendo el neurológico, a la vez que evita las posibles dificultades que pudieran presentar en el futuro.
Consideran que la cantidad y calidad del proceso de aprendizaje durante estos primeros años son fundamentales, dependiendo en gran medida del entorno en el que se desenvuelven y de los profesionales que les acompañan. Para ellos, la personalización de los objetivos educativos, el respeto a las necesidades y ritmos de los niños son imprescindibles, siendo esencial que cada uno pase por todos los momentos del desarrollo, a su ritmo y de forma ordenada. En su opinión, forzar y tratar de especializar las capacidades de los niños de forma prematura es un error, ya que consideran que los avances se logran personalizando y respetando su desarrollo natural. Su método de trabajo se centra en cuatro ámbitos fundamentales del desarrollo del pequeño:
-Desarrollo psicomotor: Esta metodología favorece que los niños atraviesen todas las etapas motoras de forma ordenada, facilitando el desarrollo y dominio del cuerpo, como herramienta que permita incorporar nuevas informaciones y aprendizajes. A mayor evolución motriz, mayor exploración y experimentación, por tanto, más aprendizajes.
-Estimulación sensorial: su metodología ofrece situaciones capaces de abrir y enriquecer su mundo sensorial, utilizando una amplia gama de experiencias que sirvan como base para futuros aprendizajes, desarrollando actividades de exploración y experimentación sensorial variadas, precisas y cuidadas.
-Lenguaje: este método procura un ambiente rico en lenguaje, procurando momentos de estimulación más dirigidos, trabajando de forma lúdica el ritmo, la discriminación auditiva, el vocabulario, el lenguaje comprensivo y expresivo a través de juegos, cuentos, canciones, poesías, etcétera.
-Emociones: esta metodología favorece la adquisición de la consciencia y regulación emocional, así como de una correcta autoestima, ofreciendo un ambiente seguro, relajado y motivador, propiciando situaciones en las que el niño exprese sus emociones e identifique las de los otros.
Además de las actividades propiamente didácticas, el método pone especial énfasis en los hábitos y las rutinas -alimentación, higiene y sueño-, aspectos que deben ser cuidados al igual que el resto de las actividades programadas, ya que son momentos educativos y afectivos muy importantes dentro de la jornada.
