Susana Fernández Iglesias es abogada y le gusta bromear con la coincidencia de su nombre y el de la calle Santa Susana, en la que siempre ha vivido. Fernández Iglesias, abogada y especialista en franquicias, está convencida de que el trabajo y el esfuerzo son los motores que lo dinamizan todo.
La pequeña de cuatro hermanos. "Nací en Oviedo en el año 1971. Soy la más pequeña de cuatro hermanos. Tuve una infancia muy feliz junto a ellos. Nos criamos prácticamente en el Centro Asturiano, donde pasábamos los días practicando deportes como natación, tenis y fútbol. Era portera del equipo de fútbol hasta que pasamos a campo, entonces mi padre ya no me dejó seguir. También he de confesar que para el deporte soy poco constante. Mi padre siempre fue un trabajador incansable y mi madre siempre estuvo muy pendiente de nosotros. Nos llevaba al cole, nos subía al Centro y nos hacía los mejores bocadillos del mundo para merendar. Todas esas cosas se me han quedado grabadas para siempre".
Una buena estudiante que quería ser abogada. "Siempre tuve claro que quería ser abogada. Fui un caso raro porque nunca pasé por las típicas etapas de querer ser azafata, profesora o peluquera. Lo mío fue una vocación bien temprana a pesar de no tener antecedentes en la familia. El día que juré como abogada lo recordaré siempre, por muchos motivos, como uno de los más felices de mi vida. Otro fue cuando por fin pudimos inaugurar nuestras nuevas oficinas en un edificio histórico de la ciudad a finales del año pasado".
Oviedo, la mejor ciudad del mundo. "Soy carbayona hasta la medula. Solo viví fuera de Oviedo durante ocho años cuando me casé y estoy encantada de haber vuelto a mi 'Oviedín del alma'. Considero que esta ciudad reúne cualidades muy difíciles de encontrar en otros lugares. Tiene el tamaño justo para llevar una vida cómoda. A la vez, es lo suficientemente grande como para hacer numerosos planes. Además está rodeada de naturaleza. Tampoco me gustaría olvidarme de la extraordinaria oferta cultural que podemos disfrutar durante todo el año. Creo que es un auténtico privilegio del que a veces no somos muy conscientes".
La naturaleza vista desde el Naranco. "Mis recuerdos más queridos los tengo en el Centro Asturiano, con mis hermanos y mis amigos. Me encanta ver Oviedo desde allí arriba, ver las montañas en días despejados, ver bajar la niebla desde el Sagrado Corazón. Son recuerdos que tengo en mi retina desde niña y a los que siempre vuelvo de forma recurrente. El Naranco es una auténtica maravilla que tenemos al lado de casa y que da juego para realizar numerosas actividades en contacto con el entorno natural".
Largos paseos por el Campo San Francisco. "Si tengo tiempo, cuando salgo a hacer alguna gestión me encanta atravesar el Parque San Francisco, siempre recuerdo a la osa Petra. Para salir me gusta Gascona, y también la zona de la ruta de los vinos, sobre todo por la cercanía al despacho en el que trabajo".
El edificio histórico de la Universidad. "Cuando viene algún amigo de fuera de Asturias nunca dejo de llevarle al edificio histórico de la Universidad. Es muy especial para mi, ya que además de haber estudiado allí la carrera de Derecho me casé en la capilla, que tiene un encanto increíble. Me gusta mucho entrar en las antiguas bibliotecas y pasear por todas esas salas que te trasladan directamente a otra época. Tampoco puedo evitar pensar en todas esas gentes ilustres que dieron clase o que fueron alumnos en esas aulas tan queridas".
Nuevos proyectos con mucha ilusión. "Desde hace unos doce años compagino mi actividad jurídica al frente del despacho de abogados con una consultoría de Franquicias. Nuestro objetivo es que muchas empresas asturianas puedan crecer bajo este sistema comercial y ayudarles a expandirse más allá del Puerto de Pajares. La marca Asturias vende fuera de nuestra región y yo me he empeñado en contribuir a potenciar a las empresas asturianas también a través de mis funciones como vocal de la Cámara de Comercio de Oviedo, una entidad que desarrolla una labor fundamental en la que ponemos empeño e ilusión".
Luces y sombras de la ciudad. "Oviedo es una ciudad preciosa, de eso no me cabe la menor duda. Me encanta pasear por la ciudad. Veo con tristeza el cierre de muchos negocios tradicionales y de otros que no lo son tanto. Me desagrada asistir a una pérdida de protagonismo de la ciudad que siempre fue una referencia comercial en el resto de España. Creo firmemente que hay que potenciar Oviedo, sus congresos, sus eventos y sobre todo sus negocios. Si los negocios cierran la ciudad se va muriendo poco a poco y eso es algo que no podemos ni queremos permitir.
