Hablaba uno de estos días con una prima segunda que vive en Madrid, que nació en Oviedo y es familia de la conocida saga de los Llavona, de los que ya comenté cosas en alguna ocasión en estas mismas líneas.
Charlábamos sobre cosas de Oviedo, ya "vieyes" por los años transcurridos, y entre las anécdotas que recordábamos salieron a relucir las del tranvía que iba desde la plaza de Toros a Colloto, el cual bajaba por la calle Toreno. En cierta ocasión, unos gamberros tiraron de la cuerda que bajaba el trole y por tanto dejaron sin corriente al medio de transporte.
Bajaba entonces por la calle Toreno, con lo cual se deslizó sin freno y sin motor eléctrico. Vamos, que se despendoló calle abajo y al llegar a la curva con la calle Uría se salió de la vía y fue a parar al hall del Cine Aramo. Hubo heridos e incluso algún muerto.
Y entonces, recordaba mi prima que su madre le cantaba las siguientes estrofas: "Yo subir, subiré/ pero no bajaré / por la calle Toreno / hasta que los tranvías / no tengan freno".
Han pasado muchos años y aún recuerda mi prima la canción de su madre. Yo también me acordaba de la gamberrada de los chicos, relatada por mi padre una de esas noches en las que nos sentábamos en su despacho y me contaba cosas de aquel Oviedo.
