Condena de dos millones por dejar paralítico a un hombre al que arrolló borracho y drogado

"Quiero salir adelante y el dinero ayudará". Ese dinero son los dos millones de euros que recibirá Gregorio del Campo, tras conocerse la condena al langreano que lo atropelló en Vegalencia, un tipo que conducía borracho y drogado, hace ahora dos años y medio. La víctima perdió la facultad de andar. Aquella mañana leía el periódico recién comprado, junto a la carretera de Vegalencia (Ribera de Arriba), donde reside, cuando un coche le arrolló. Ahí arrancó un largo calvario de operaciones quirúrgicas y estancias hospitalarias. Hace unos días supo que el conductor, un langreano de 38 años que dio 0,97 en el control de alcoholemia y positivo por cocaína, ha sido condenado a pagarle dos millones de euros y a cumplir una pena de cárcel de tres años y tres meses. "Ojalá sirva de ejemplo para otros inconscientes", señala la víctima del accidente de tráfico que, a pesar de todos los avatares, continúa trabajando la huerta y asiste a clases de talla de madera desde su silla de ruedas.

Eran poco más de las once de la mañana del 18 de septiembre de 2016 y el conductor, Fernando H. T., circulaba por la carretera de Vegalencia bajo los efectos del alcohol y las drogas. Cuando se dio cuenta, Gregorio del Campo ya estaba bajo su coche. Lejos de preocuparse por su estado, trató de huir sin éxito. Duró seis kilómetros hasta estrellarse contra una zona de matorral. La Guardia Civil lo detuvo y lo puso ante el juez.

Ahora, el juzgado de lo penal número 1 de Oviedo dicta una sentencia que, no obstante, todavía puede ser recurrida. "A mi entender es una condena justa, pero me temo que recurrirá", indica la víctima, deseoso de pasar página de una vez. "Sólo quiero zanjar el caso y mirar al futuro", comenta especialmente dolido por la conducta del acusado, con el que nunca llegó a cruzar palabra. "Dijeron que quería disculparse, pero nunca lo hizo", explica hombre atropellado.

Pese lo traumático del suceso, Gregorio del Campo tiene intactas las ganas de vivir y de ayudar a evitar más casos como el suyo. Últimamente ha participado en varias campañas de concienciación e incluso el 18 de noviembre pasado fue uno de los protagonistas de los actos del Día Mundial de las víctimas de tráfico organizados en la plaza de la Escandalera. La inyección económica le ayudará a sobrellevar la situación.