El grave suceso de la madrugada del sábado al domingo en el Oviedo antiguo, con un grupo de jóvenes, entre ellos dos niños, apuñalando a dos personas en el entorno de la Corrada del Obispo y en la plaza del Ayuntamiento, ha causado profunda preocupación en el servicio de Seguridad Ciudadana. El concejal del área, Ricardo Fernández, quiso ayer dejar claras dos cosas. Por un lado, destacó la rápida actuación de las fuerzas de seguridad, que pudieron arrestar a cuatro de los implicados en las peleas y lograron detener la agresión de la plaza del Ayuntamiento, donde hubo dos heridos. Por otro, garantizó que se intensificará la vigilancia durante las noches de los fines de semana en la medida de lo posible. Fernández hizo también hincapié en la buena coordinación que existe entre las policías Nacional y Local.

El próximo gran reto al que se enfrentarán las fuerzas de seguridad será la noche de Carnaval, que en Oviedo se celebra el sábado 9 de marzo. El servicio de Seguridad Ciudadana es consciente de que ésa es una de las noches marcadas en rojo en el calendario de los adolescentes ovetenses y de otras localidades asturianas que se trasladan a la capital. Es uno de los grandes botellones del año.

La Policía Local y la Nacional se coordinarán para evitar altercados en una noche tan multitudinaria en la que los jóvenes se reúnen principalmente en las plazas del Oviedo antiguo. La intención no es tanto evitar el botellón como intentar que no se produzcan incidentes. "Se aislarán algunas zonas para que no se celebre el botellón, pero hay otros lugares en los que hay que tener mucho cuidado porque si llega la Policía a desalojarlos las consecuencias pueden ser mucho peores", reconoció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana.

Aun así, y ante los acontecimientos del sábado, la Policía estará aún más en alerta. "Durante las noches de los fines de semana estarán en la calle todos los agentes y todas las patrullas que sea posible", insistió Fernández.

Las fuerzas de seguridad vigilan continuamente el casco histórico de la ciudad, donde se produjeron las agresiones del sábado por la noche. Una vigilancia que se intensifica cuando suceden hechos similares, como ya ocurrió el pasado mes de noviembre en el Rosal, donde una banda, también de menores, agredió a un hostelero y a su padre. A partir de ese momento tanto la Policía Local como la Nacional efectúan rondas por la zona como método disuasorio para evitar nuevos altercados.