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"Hemos retrocedido 30 años, ponemos las multas en papel", dicen los policías locales

Los agentes afirman que llevan tiempo sin tablets ni PDA para tramitar las sanciones informáticamente y que el área que las gestiona está colapsada

Dos agentes de la Policía Local, durante una actuación en Oviedo. LNE

Los agentes de la Policía Local de Oviedo llevan "más de seis meses" gestionando las multas de tráfico como se hacía antes de la irrupción de internet y de las nuevas tecnologías: con bolígrafo y papel. Según denuncian los propios miembros de la plantilla, las PDA que utilizaban para estar conectados telemáticamente al sistema están guardadas en un cajón desde que estalló el "caso Enredadera", la trama corrupta de amaño de contratos públicos ligados al área de Seguridad Ciudadana en la que presuntamente estuvo implicado José Manuel López, el exjefe de la Policía Local. No en vano, la empresa que tenía el contrato de gestión de los programas informáticos de las PDA, Aplicaciones Gespol, es la punta del iceberg de una investigación en la que hay mas firmas implicadas. Los agentes del cuerpo municipal también iban a recibir tabletas electrónicas para el trabajo diario, pero ese contrato de modernización fue paralizado por el Alcalde a los pocos días de que el comisario jefe fuese detenido y de que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Judicial (UDEF) lo mirase con lupa.

Cuando las PDA estaban en uso, las multas que se imponían en la calle se transmitían directamente al departamento de sanciones y se convertían en expedientes. Ahora el sistema es mucho mas rudimentario. "Andamos por ahí con un talonario. Tenemos que cubrir el papel y llevárselo en mano al jefe de servicio que esté ese día en el cuartel del Rubín. Después él tiene que ir al departamento de sanciones y dejarles allí un montón de papeles. Hemos retrocedido 30 años", asegura Alonso Álvarez, secretario general del sindicato SIPLA, el mayoritario en el cuartel del Rubín. "Trabajando así es normal que todo esté colapsado", añade el representante de la plantilla.

Pero la "prehistórica" gestión de las multas no es el único escollo para los agentes. Al no tener tabletas electrónicas ni ningún tipo de acceso a internet están "totalmente incomunicados" y no pueden acceder a información necesaria para desempeñar sus funciones. "Para saber si un conductor está en posesión del carnet de conducir o si tiene antecedentes, por ejemplo, tenemos que llamar por teléfono a la centralita y preguntar allí. Lo mismo para saber si un coche es robado, para comprobar cualquier matrícula o para lo que sea. Es algo tercermundista", denuncia Alonso Álvarez. "Si queremos consultar la legislación o el calificado de sanciones, por ejemplo, utilizamos nuestros propio móvil", añade.

Por otro lado, los agentes de la Policía Local también se quejan de las nuevas emisoras que maneja la plantilla, un contrato que también fue revisado en su momento por la UDEF. "Son de buena marca, pero no se oyen correctamente. Hay que repetir los mensajes hasta tres veces", explica Álvarez. Por el momento, los agentes tampoco han recibido la ropa de trabajo del 2018.

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