Oviedo es una realidad tan variada como rica e interesante. Abordarla exige preguntarnos qué Oviedo Existe. Hay un Oviedo histórico que se ha ido configurando a lo largo de los siglos y que nos ha legado la ciudad que es hoy y que perdura grabada en la memoria colectiva.
Existe una realidad social y política que late y fluye día a día en la gente y en las calles. Luego está el Oviedo cultural. También hay un Oviedo rural, hermoso y fecundo que lucha por pervivir rodeando a la ciudad que crece y amenaza con engullirlo física y culturalmente. Está el Oviedo de los ovetenses. El que configuramos todos y cada uno de los que formamos parte de la extensa y dispar nómina de los que nos sentimos "Carbayones". En cada uno hay una manera de sentir y vivir la ciudad.
En la urbe subsiste un Oviedo arquitectónico. Piezas de un inmenso puzzle que han sobrevivido a la propia historia, trágica y turbulenta en ocasiones y a la voraz e irracional especulación que derruyó una buena parte de ese preciado patrimonio. Pero aun así, Oviedo conserva muestras de arquitectura dignas de admiración. Desde el prerrománico, patrimonio de la Humanidad, hasta la arquitectura del siglo XIX que configuró una ciudad admirable.
Pues precisamente esa arquitectura urbana es la que puede ser utilizada como recurso didáctico, como un instrumento del proceso de enseñanza-aprendizaje para que los alumnos se acerquen a nuestra historia. Para aprender a valorar y respetar tanto nuestro patrimonio arquitectónico como nuestro común devenir a lo largo del tiempo. Para lograr entender los hechos de la actualidad y la sociedad en la que vivimos es vital conocer de dónde venimos, qué es lo que ha sucedido y cómo pudo influir en la actualidad.
Los alumnos tienen la suerte de vivir en una ciudad con una gran riqueza cultural y será tarea nuestra, padres y educadores, inculcarles desde pequeños esos valores que harán que los niños aprendan a valorarla y preservarla. Además, si somos capaces de despertar ese interés intrínseco en los más jóvenes, serán ellos los que, no sólo durante esta etapa educativa sino durante toda su vida, se muevan para intentar saciar esa inquietud e incrementar el interés por saber más sobre todo lo que nos ofrece Oviedo. Una sociedad cambiante a lo largo de los siglos que ha sido testigo de multitud de acontecimientos históricos de gran importancia, no sólo para la propia ciudad, sino con repercusión, en ocasiones, más allá de nuestros límites.
Teniendo el porqué ahora debemos plantearnos el cómo. ¿Cómo podemos captar la atención de los más pequeños de forma atractiva? Pues bien, es una pregunta importante ya que, como es sabido, en esas etapas la arquitectura puede resultar un tema árido a la hora de trabajar. Por otro lado es fundamental adecuar esos contenidos a sus características psicoevolutivas, algo básico para lograr ese carácter motivador de la actividad. Por todo ello, será de vital importancia presentar la arquitectura de Oviedo de una forma lúdica y formadora, con una serie de actividades y retos.
Por suerte, Oviedo ofrece un gran bagaje de recursos para plantear una tarea como ésta y el programador de la misma tendrá que ser capaz de seleccionar los medios medios adecuados y decidir cómo emplearlos.
Por plantear un ejemplo concreto y, siendo conscientes de que en nuestra ciudad la arquitectura se agrupa en su gran mayoría en el casco antiguo, se podría llevar a cabo un itinerario artístico por el Oviedo del Siglo IX al XIX, pasando por lugares icónicos como la Fuente de Foncalada, la Plaza Feijóo, la Corrada del Obispo, Plaza de Alfonso II el Casto, Plaza de la Constitución, el Fontán.
Todos estos hitos nombrados se pueden encuadrar perfectamente en un trayecto con sus correspondientes paradas y nos podría resultar relativamente fácil darle un aspecto de paseo con compañeros y amigos, aunque obviamente, no se puede quedar en una simple excursión; es necesario plantear una serie de retos que el alumno debe superar durante el desarrollo de la ruta como ser capaz de identificar sobre un mapa el recorrido dado u ordenar los edificios e hitos vistos por orden cronológico. Hay una gran variedad en función del nivel, ahí es donde el educador juega ese importante papel de acertar con la elección.
En resumen, Oviedo es una gran ciudad; en eso estaremos todos de acuerdo. Otra evidencia es que, en buena medida, una gran parte de los ovetenses paseamos por sus entrañas sin prestar la atención que, no sólo merece, sino que también necesita.
Por todo ello, es nuestro deber fomentar ese amor hacia Oviedo, hacia su historia y, por qué no, hacia su arquitectura que tan apasionante legado nos han dejado durante el paso de los siglos.
Para ello, no es mala opción empezar desde la base; con esos pequeños "Carbayones" que, ojalá, en el futuro puedan llegar a sentirse orgullosos de la noble Vetusta. En buena medida, está en nuestras manos.
