Álvaro Queipo de Llano, primer conde de Toreno, alférez mayor del Principado y de la villa de Cangas de Tineo (hoy Cangas del Narcea), tuvo una gran influencia y jugó un papel clave en la política asturiana de la época, como miembro de una importante familia que siempre destacó por su rivalidad con los Omaña de Tineo.

Así lo explicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el historiador Pelayo Fernández, autor del libro "El I Conde de Toreno: logística y economía de guerra en la crisis de la monarquía hispánica".

El libro ha sido publicado por el Ministerio de Defensa tras haber sido galardonada la investigación con el premio "Ejército" 2017 en su categoría de trabajos de investigación. Pelayo Fernández, que estuvo acompañado por Juan Díaz, profesor de la Universidad de Oviedo, en el área de Historia Moderna, explicó que el I Conde de Toreno, hijo del capitán Suero Queipo de Llano y Valdés y de Catalina Bernardo de Quirós, nacida en Pola de Lena, vivió en el segundo tercio del siglo XVII, un periodo convulso para la monarquía española con guerras europeas, insurrecciones, caídas políticas y una apremiante y continua necesidad de hombres, monturas, armas y dinero.