- ¿Cómo ve la parroquia?
-Siempre ha sido muy activa, como lo demuestra los veintidós grupos parroquiales que tenemos. La pena es el relevo generacional, aunque de la catequesis no me puedo quejar, estos últimos años tuvimos a más de setenta jóvenes para la confirmación.
- ¿Qué espíritu o doctrina claretiana se le puede aplicar ?
-San Antonio María Claret tuvo mucho interés en las parroquias, recorrió Cataluña misionando. Pero a él le gustaba la parroquia para ejercer también la catequesis, ayudar a los fieles en el confesionario y predicar.
- ¿Una seña de identidad parroquial?
-Nuestro fundador quería de nosotros que cualquier actividad que realizáramos le pusiéramos el signo de misioneros. Todas nuestras provincias tienen como poco una misión en algún país del Tercer Mundo. Durante muchos años conseguimos muchos recursos para nuestra misión de Juanjuí, en Perú, pero como ya está consolidada nos fuimos a otra más necesitada en Bolivia.
- ¿Cuál fue su primera impresión al llegar?
-Por sus muchas actividades pensé que me quedaba grande. Pero poco a poco me hice con la dinámica de la parroquia.
- ¿Llegó con algún proyecto bajo el brazo?
-Como el aspecto misionero estaba muy implantado me encargué de continuarlo.
- ¿Qué le sorprendió?
- Las misas de los domingos estaban llenas y por semana asistían muchos fieles. Ahora esa dinámica se mantiene en gran parte, también en la Capilla de los Mártires que con una capacidad para cien personas sentadas se llena muchas veces. Como párroco estoy muy satisfecho.
