La compañía General Dynamics-Santa Bárbara, propietaria de la fábrica de armas de Trubia, gana enteros para hacerse con el contrato del nuevo vehículo 8X8 del Ejército español, siempre que los retrasos en la ejecución de los prototipos y el adelanto electoral decretado por Pedro Sánchez no frustren el proyecto. El general Francisco Javier Varela Salas, jefe del Ejército de Tierra (Jeme), califica de "magnífica" la plataforma que desarrolla Santa Bárbara para el blindado, pero urge el desarrollo de todos lo sistemas, tanto armamentísticos como de control, para confirmar que el conjunto funciona correctamente. En una entrevista con un medio nacional, el general Varela sostiene que su objetivo es lanzar el contrato cuanto antes, pero que, para ello, necesita que los prototipos estén disponibles a la mayor brevedad. En un principio se anunciaron para noviembre de 2018, pero se retrasan, al menos, hasta julio.

Fuentes del sector armamentístico confirmaron hace unos días a LA NUEVA ESPAÑA la existencia de retrasos en el desarrollo de los prototipos para los nuevos blindados, denominados "Dragón". Su construcción fue encargada a una UTE integrada por General Dynamics-Santa Bárbara, Indra y Sapa. Las fuentes citadas aseguran que la demora se debe a las torres (Indra) y a la nueva transmisión (Sapa), sin que Santa Bárbara tenga que ver en la situación.

Inversión

Este programa militar consiste en la compra de 348 vehículos 8x8 por 2.100 millones de euros, lo que supone la primera fase de una serie que incluye un total de 998 blindados con un presupuesto global de 3.836 millones de euros.

Aunque las elecciones anticipadas y un posible cambio de gobierno generan incertidumbres en el Ejército sobre el futuro de este contrato, la cúpula militar confía en que no se vaya al traste. Así, en una reciente reunión con periodistas el general Varela Salas aseguró que el encargo de los blindados "no debería paralizarse" ya que se trata de un programa de "interés nacional".