Cubos por el suelo y poco espacio para entrenar o para disputar las competiciones. Ese es el escenario que se encuentran en el polideportivo Corredoria Arena los integrantes del Club Bádminton Oviedo cada vez que llueve un poco en la ciudad. "Hay un montón de goteras desde el día en que se inauguró, algo que debería ser intolerable. Ya lo hemos denunciado en infinidad de ocasiones en el Ayuntamiento, pero nadie hace nada por solucionarlo", explica César González, el director deportivo del equipo. "Cuando llueve hay que llenar la pista de cubos para contener el agua y el espacio que tenemos se reduce considerablemente. De hecho, para las competiciones solemos habilitar doce pistas y cuando hay mal tiempo sólo podemos utilizar siete", señala González. El club cuenta ahora mismo con unos 120 componentes, que entrenan de lunes a viernes en el polideportivo y disputan competiciones algunos fines de semana. "Sólo entre las cuatro y media y las seis y cuarto de la tarde tenemos 36 niños y hay veces que tenemos que meterlos sólo en ocho pistas. Si llueve es un auténtico drama", lamenta César González. "Además, el suelo del polideportivo es de cemento y está sin recubrir, con lo que la pista se llena de polvo", añade.
