Las consejerías de Sanidad y de Derechos y Servicios Sociales fueron escenarios de una concentración de protesta en apoyo de Caridad Durruthy, la ovetense a la que adelantaron el parto en el HUCA tras dar un falso positivo de éxtasis. La mujer y las entidades que la apoyan han salido a la calle para reclamar una indemnización 40.000 euros y que la Administración le pida perdón por tratarla "como una criminal".

Durruthy quiere que las movilizaciones sirvan "para que esto no vuelva a ocurrir". El caso de Caridad Durruthy ocurrió en el año 2017. Tras el falso positivo y un periodo que la niña tuvo que permanecer en el HUCA, madre e hija volvieron a casa, pero el personal de Servicios Sociales vigila y controla a la familia, una situación que Durruthy considera "una injusticia enorme, un daño que no se puede reparar". El HUCA acabó admitiendo en enero de 2018 que el análisis había dado un resultado erróneo.