La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Universidad que creció más allá de Oviedo

El arquitecto Víctor García, encargado del nuevo Plan General de Ordenación de la ciudad, propone redefinir el sistema universitario

La Universidad que creció más allá de Oviedo

Ya no hay una Universidad de Oviedo, sino una Universidad de Asturias. Es una de las teorías que defiende Víctor García Oviedo, arquitecto que está desarrollando el nuevo Plan General del Ordenación (PGO) para la ciudad. La institución académica asturiana se fundó en el año 1608 y hoy aglutina a 21.713 estudiantes y a 1.867 investigadores, y 489 de los estudiantes que cursan grado en Oviedo son de fuera de Asturias. Además, la Universidad de Oviedo cuenta con siete campus, que se distribuyen entre la capital, Gijón, Mieres y Avilés. Esta es la realidad y requiere de un reflexión para decidir qué modelo universitario es el ideal para la región. El debate lo plantea García Oviedo, que defiende para la capital diez ciudades con "identidades especializadas" que aglutinen en una decena de bloques las construcciones de la misma naturaleza que se han ido consolidando a lo largo de la historia dentro de Oviedo. Y dentro de esas diez ciudades hay una que corresponde a la ciudad universitaria, pero que necesita de una reflexión profunda, que busca un cambio de modelo.

García Oviedo recomienda debatir sobre la Universidad, que desde su fundación en Oviedo, ha ido dispersándose hacia otras localidades. Según el arquitecto, el marco del área metropolitana de Asturias (AMA) es ideal para abrir este debate. En lo referente a la ciudad universitaria, el arquitecto defiende que Oviedo es desde el siglo XVII una ciudad universitaria, pero que el campus es disperso. De hecho, hoy, según la teoría de García Oviedo ya no existe una Universidad de Oviedo, sino una Universidad de Asturias, ya que hay siete campus distribuidos en Gijón, Mieres e incluso una sede en Avilés. "No es casualidad que la Universidad tenga el nombre de la ciudad de acogida y en cuarenta años de democracia ni se ha cambiado por el de Asturias. Los mal llamados campus y edificios se van dispersando desde su edificio original central hasta hoy en día, acompasándose con las transformaciones de la ciudad. Especialmente es tras la guerra cuando el céntrico caserón de la calle San Francisco se vuelve claramente insuficiente, aunque de él ya habían salido la Escuela Normal y el Botánico, además de algunos centros en Gijón (Empresariales e Industriales) y Mieres (Escuela Práctica de Minas); surgen primero los campus de Llamaquique y los Catalanes, ya en el periodo desarrollista con el acceso de la clase trabajadora a la Universidad la dispersión se acentúa para abrirse después sendos campus en el Cristo (de nuevo cuño, con una ampliación) y en el Milán (antes seminario y cuartel). Pero siempre asumiendo que el campus de la Universidad, como decía un antiguo rector, es la ciudad entera", asegura García Oviedo.

El arquitecto defiende el carácter metropolitano de estas diez ciudades, por la influencia que tendrán en los municipios vecinos. Esta tesis, que García Oviedo ha desarrollado en colaboración con el geógrafo e historiador Benjamín Méndez y el también arquitecto Jesús Menéndez, pivota sobre la idea de que los municipios están desfasados y que el desarrollo del proyecto del área central asturiana, del que Oviedo se ha descolgado por la negativa del PP y de Somos, es "una solución a muchos problemas", entre ellos el modelo de Universidad. La dispersión de centros y la multiplicidad de campus ha contribuido a configurar una ciudad universitaria de Asturias, explica el arquitecto, que busca redefinir el sistema académico de la región.

Compartir el artículo

stats