Los vecinos de Latores estuvieron durante dos años asistiendo a reuniones con el Ayuntamiento para tratar de lograr que el nuevo plan de movilidad contemplase una modificación de la línea del autobús urbano que da servicio a la localidad. Su intención era conseguir que el bus no finalice su recorrido en Latores y que también recoja viajeros en los pueblos cercanos como Llagú, La Belonga, Ayones o Santo Medero. Según sostienen, desde el Consistorio se lo habían concedido y todo estaba prácticamente cerrado, pero después de todo este tiempo no ha cambiado nada. "Nos habían prometido que el autobús iba a hacer un recorrido circular por la zona para dar servicio a personas que pagan los mismos impuestos que en la calle Uría, pero desde entonces no sabemos nada y ya han pasado dos años", asegura Amalia Naves, una vecina de la zona.

Actualmente sólo existe una línea de autobús urbano que va hasta Latores. Parte de la plaza de América y acaba en la zona del colegio de educación especial. Las personas que viven en otros pueblos de la parroquia, según denuncian los vecinos, esos viajeros tienen que caminar "entre media hora y cuarenta y cinco minutos para llegar a la parada si quieren desplazarse hasta Oviedo", asegura Naves. "Esto es una vergüenza. Estamos a cuatro kilómetros de Oviedo y nadie mira para nosotros", añade.

Galo Blanco, el presidente de la asociación de vecinos de Latores, mantiene el mismo criterio. "Se hizo un plan para mejorar el servicio de transporte urbano y ahora parece que se han echado atrás. Esto no es de recibo, no nos ha servido de nada asistir a siete u ocho reuniones para estar como estábamos", afirma.

Por otro lado, los vecinos de la zona de Latores aseguran que la vegetación se está comiendo los caminos y carreteras de la zona y que la maleza ha llegado incluso a tapar por completo algunas de las aceras, con el consiguiente peligro para peatones y conductores. "Las cunetas están sin limpiar y muchos de los desagües obstruidos por la suciedad. Esto no puede seguir así", afirma Amalia Naves. El presidente de la asociación vecinal piensa lo mismo. "Es una dejadez total. Antes pasaban al menos dos veces al año a desbrozar, pero desde que llegó este equipo de Gobierno se ha rebajado a una y eso se nota mucho", dice Galo Blanco.