Ya es Cuaresma de manera oficial para la banda procesional del Santísimo Cristo de la Piedad. La agrupación musical constituida en 2010 celebró ayer con éxito su concierto anual en la centenaria capilla de La Balesquida con un recital en el que el reestreno de la marcha de "La Milagrosa", en este caso con una preparación especial a cargo del maestro Vicente Moreno, acaparó la atención.

La cita, como ya es tradición, sirvió de presentación oficial para una intensa temporada de procesiones y actuaciones que comenzará el Domingo de Ramos con el acompañamiento de La Borriquilla e incluirá un desplazamiento a Logroño para participar en los pasos de la procesión del Cautivo de la capital riojana.

Además de "La Milagrosa", que vuelve al repertorio tras años de ausencia, los componentes de la banda estrenaron una marcha en honor a la Virgen de la Salud. Ambas interpretaciones formaron parte de un programa de siete temas que atrajeron a decenas de incondicionales al coqueto templete situado a escasa distancia de la Catedral de Oviedo.

El director de la banda, Juanjo Castro Celeiro, aprovechó la jornada para agradecer "el trabajo y dedicación" de todos los componentes de la agrupación para sacar adelante todas las actividades programadas en las próximas fechas. Advirtió que el año que viene celebrarán su décimo aniversario y dejó en el aire la organización de actividades especiales con motivo de dicha efeméride.

Castro recordó igualmente que la última actividad de la temporada será la participación en la procesión del Santo Entierro prevista para el Viernes Santo en la localidad sierense de Lugones, una procesión que en los últimos años está ganando mucho protagonismo gracias al empuje de la cofradía y el párroco de Lugones, Joaquín Serrano.

Con el objetivo de difundir su actividad y animar las calles de la capital asturiana durante la mañana de la jornada dominical, antes del concierto los integrantes de la banda realizaron un pasacalles desde la plaza de Trascorrales hasta la misma capilla donde tuvo lugar el recital entre los aplausos de un público que en algunos casos llegó a emocionarse.