El concejal de Economía del Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, propuso ayer convertir el palacete del antiguo Sanatorio Miñor en una nueva "casa del empleo" para paliar la saturación de otros equipamientos municipales. El anuncio pilló por sorpresa a la Fundación Bueno, actuales inquilinos del equipamiento, cuyos responsables explican que existe un acuerdo para disfrutar en exclusiva del equipamiento durante 30 años, aunque no descartan un posible desalojo "como regalo de despedida del tripartito".

Rosón evitó aclarar si tiene pensado echar a la Fundación del edificio, pero defendió la necesidad de un nuevo espacio en la ciudad para dar cabida a iniciativas de fomento del empleo, como nidos de empresas, espacios de economía colaborativa o impartir clases y formaciones para trabajadores y pequeños empresarios. "Es evidente que el Talud de la Ería esta al máximo de su capacidad y, tras su remunicipalización, el Vivarium de La Corredoria no tiene espacio para más proyectos empresariales", indica el edil.

La elección del antiguo Sanatorio Miñor responde a la búsqueda de un edificio municipal "bien conectado, próximo a la ciudad de los servicios y al centro de congresos del Calatrava". La intención del concejal de Economía es integrar la nueva "casa del empleo" del Ayuntamiento en la mayor red internacional de creación de comunidades empresariales a nivel mundial, denominada "Impact Hub Network".

El tripartito quiere que el nuevo centro pueda estar en funcionamiento en enero del año próximo. Un plazo que choca con la situación actual del inmueble, cuyo uso exclusivo corresponde a las actividades de la Fundación Bueno, según señala el hijo del filósofo y presidente de la institución, Gustavo Bueno Sánchez. "Hace 20 años firmamos un convenio con una duración de 50 años para usar exclusivamente las instalaciones", apunta.

El presidente de la Fundación admite la posibilidad de que el Consistorio intente modificar el convenio. "Desconocemos intención alguna, pero si la hubiera posiblemente tengan mecanismos para lograrlo", apunta al mismo tiempo que muestra intención de pelear. "Defenderemos nuestra postura con el acuerdo en la mano", explica.

Para Gustavo Bueno Sánchez, el desalojo de la Fundación sería una muestra más de las diferencias con el Ayuntamiento. "En cuatro años no recibimos subvención alguna, pero sí nos tuvieron varios años en el Tribunal de Cuentas para que luego nos dieran la razón", explica Bueno Sánchez. Se refiere a una demanda planteada -y desestimada- en su día por el concejal socialista Ricardo Fernández y la diputada regional del PSOE Margarita Vega al Tribunal de Cuentas en la que pedían la devolución de 172.000 euros al Ayuntamiento por organizar una exposición en 2008.