La Policía Nacional trabaja intensamente para dar con los autores de las agresiones que dejaron cuatro heridos graves en el centro de la ciudad durante la noche de Carnaval del pasado sábado. Los agentes ya han identificado a varios de los participantes en las peleas, que se saldaron con el envío al hospital de tres varones con cortes de gran profundidad en diferentes partes del cuero y de una chica de 20 años con un traumatismo craneal. Incidentes todos ellos ocurridos a lo largo de una madrugada en la que los vecinos del Antiguo mostraron su satisfacción por el resultado del operativo policial que actuó contra el "botellón".

El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, el socialista Ricardo Fernández, calificó de "impecable" la labor de las patrullas de la Policía Local y la Policía Nacional durante una noche muy movida que comenzó a complicarse especialmente a las seis de la madrugada del domingo. Fue en ese momento cuando un joven de 18 años sufrió un profundo corte en un brazo durante una reyerta. "Había sangre por todos sitios", relatan los testigos acerca de una situación a la que siguió tres horas más tarde el botellazo a la joven herida en la cabeza, en la calle Ildefonso Martínez.

La Policía Nacional está indagando sobre lo sucedido, tanto en estas dos agresiones como en otras dos producidas en el Antiguo, en la que resultó herido en la cara un hombre de 29 años y otro varón cuyos datos no han trascendido, también afectado por cortes de consideración en el rostro. "Hay que tener en cuenta que siempre que hay tanta gente se producen este tipo de reyertas y peleas", indicó Ricardo Fernández para defender la labor policial.

Vecinos contentos

Aunque la noche del sábado fue una de las más ajetreadas del año para los profesionales de los servicios sanitarios, los vecinos del casco viejo de la ciudad consideran que el dispositivo puesto en marcha por el Ayuntamiento para disolver los botellones resultó efectivo y evitó que se produjeran aún más altercados. Eso sí, exigen que las medidas no sean flor de un día y que la presencia policial sea una constante en el barrio los días en los que los jóvenes salen de copas. "Nos habíamos reunido previamente con el concejal de Seguridad Ciudadana para que nos explicase cómo iba a ser el operativo y la verdad es que se cumplió todo lo que nos había prometido. Estamos muy contentos con este planteamiento y lo que pedimos es que se siga manteniendo porque no estamos dispuestos a continuar soportando las consecuencias que se generan a raíz de beber en nuestras calles", explica Miguel Clemente, que es el presidente del colectivo "Afectados por la movida" y normalmente no suele escatimar en críticas contra la gestión de la seguridad en el Antiguo.

Miguel Clemente tiene muy claro que las peleas que se produjeron durante la noche del Carnaval "son hechos muy graves" que hay que tratar de atajar, pero en esta ocasión no busca culpables en el Ayuntamiento. "Había muchísima gente y la Policía no tiene muchos efectivos, por lo que es muy difícil evitar que ocurran este tipo de sucesos. Lo cierto es que se puso en marcha el dispositivo, que se intentó y que se consiguieron buenos resultados, es de justicia reconocerlo", asegura Clemente. No obstante, "hay que seguir trabajando para que la violencia se erradique por completo", añade.

Ana Isabel Balbín, que es la presidenta de la asociación de vecinos del Fontán, también está contenta con el dispositivo "antibotellón" del Carnaval. "Nosotros mostraremos siempre nuestro apoyo si se siguen haciendo así las cosas. Llevamos mucho tiempo exigiendo medidas y al menos la del Carnaval se ha notado", afirma. Aunque Balbín sí que pone alguna pega. "En la plaza del Fontán hubo jóvenes bebiendo hasta las tres de la mañana. Está claro que es difícil para la Policía estar en todos los lados, pero en la medida de lo posible hay que seguir reforzando su presencia", solicita. "Los restos del botellón los pagamos los vecinos, que al día siguiente nos lo encontramos todo lleno de porquería y con un insoportable olor a meado en la puerta de nuestras casas", añade.