Ocurrió el pasado 9 de marzo, en la calle Facetos de Oviedo. Agentes de la Policía Nacional, pertenecientes a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, salvaron a una familia de un incendio en la cocina de su casa.

Una madre de dos niños se había quedado encerrada en una habitación del domicilio con el más pequeño de los dos, mientras el otro menor, de tan solo deos años, se encontraba en la cocina habiendo dejado la madre la comida en el fuego. La llamada de la mujer a la Sala del 091 resolvió la pronta llegada de los agentes de policía.

Al llegar al lugar, los intervinientes, observan mucho humo saliendo por una ventana con rejas y escuchan a un bebé llorar, solicitando urgentemente una dotación de bomberos.

Los funcionarios intentan acceder por todos los medios al interior de la vivienda, resultando imposible, ya que las ventanas estaban previstas de rejas, consiguen sin embargo, confirmar que el humo sale de la cocina al observar una olla humeando a través de las rejas de la ventanas.

Ante el inminente riesgo para la vida de la familia, los agentes consiguieron arrancar una de las jambas de la puerta de acceso a la morada, y con ella quitar la olla del fuego a través de las rejas de la ventana de acceso a la cocina, eliminado así, el riesgo inminente para la familia. A su vez, logran captar la atención del menor de dos años que se encontraba llorando en la cocina para que no se apartase de la ventana y pudiese evitar en su organismo los efectos del humo.

Unos instantes después, se persona una dotación de bomberos que consigue acceder a la vivienda haciendo uso de una escalera, al tratarse de una vivienda ubicada en el segundo piso, encargándose de abrir el domicilio y la ventilación del mismo.

Gracias a la rápida y decisiva actuación de los agentes ninguno de los miembros de la familia necesitó asistencia médica.