Los usuarios habituales del transporte público están que trinan ante los retrasos diarios sufridos por las líneas regulares del autobús urbano en el HUCA. Los viajeros denuncian demoras de "entre diez y quince minutos" cada jornada y por ello ya hay vecinos que se están movilizando para atajar el problema. Es el caso de José César Vila, quién se niega a resignarse ante una situación subsanable, a su juicio, con una simple brocha y un bote de pintura.
Vila utilizó varias veces el autobús para acudir al centro sanitario en una misma semana y admite haber rozado la desesperación. Cada uno de los días el autobús se quedó atascado durante casi quince minutos al no poder maniobrar en el cruce de Consultas Externas por la ocupación de uno de los carriles por parte de turismos parados en caravana.
Las retenciones se producen a diario en las horas punta cuando se llenan los parkings, pero el afectado no considera esta situación una excusa para tomar medidas. "Si se pintan unas marcas amarillas de prohibido detenerse en la zona de la maniobra del autobús los viajes no se alargarán tanto", propone el ciudadano ovetense.
La propuesta ya la ha hecho llegar al Ayuntamiento a través de los diferentes portales de Movilidad y Participación Ciudadana, pero asegura no haber recibido respuesta alguna. "Me sorprende que ni siquiera se dignen a descartar mi propuesta cuando todo el día están llamando a la gente a participar en la vida pública", explica sobre una propuesta planteada tras comprobar las quejas de más usuarios y presenciar la resignación de los conductores del autobús. "Los pobres ya se resignan a los retrasos", lamenta.
