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La nueva Fábrica de Gas permitirá extender la senda verde hasta el Vasco

EDP retira el andamio que había instalado en 2015 para asegurar la marquesina de Sánchez del Río, uno de los elementos más protegidos

La marquesina de Sánchez del Río, sin el andamio, el pasado viernes. LUISMA MURIAS

Son unos pocos metros de vía de tren en el centro de la ciudad, pero para el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, significan recuperar el trazado del viejo ferrocarril para dar a Oviedo un recorrido peatonal directo y casi sin cuestas desde El Vasco hasta la senda verde. La adquisición de todo el recinto de la Fábrica de Gas permitirá, según el concejal, mantener en pie ese tramo de vías de tren para completar un recorrido a pie que conectaría el nuevo Gran Bulevar del Vasco, en Víctor Chávarri, con la última ampliación de la senda verde, la salida bajo el puente de la Ronda Sur, en el inicio de la calle Asensio Bretones.

En realidad, la conexión peatonal ya estaba prevista en el plan especial que está ahora, aprobado, pero de una forma algo distinta. El arquitecto César Portela que diseñó la reforma de la parcela para EDP, incluyendo la construcción de viviendas y la protección de algunos elementos, ya incorporó la extensión de la calle que ahora se llama Aurelio Argel hasta casi el Postigo. Pero es justo en este remate final donde empiezan las diferencias. Como el plan Portela contemplaba la construcción de un bloque de viviendas que empotraban en su fachada la nave de la Popular Ovetense, la más vieja de la fábrica, también ignoraba el tramo de vías de tren que ahora resiste en la parcela y diseñaba un recorrido que discurría por detrás de este edificio y salía otra vez a Postigo pero unos metros más arriba.

Para Del Páramo, éste era, junto con la destrucción de parte del patrimonio original, "uno de los grandes desaciertos de Portela, el haber roto esa continuidad de elemento peatonal, de tránsito". Por eso ahora, ante la perspectiva de que pasen a manos municipales todos los terrenos en una operación de compra que se ha fijado en 4,5 millones, el edil de Somos quiere que se respete ese tramo de la vía férrera y la salida peatonal desemboque directamente ante el cruce de Postigo con la calle José López Muñiz.

De esa forma se completaría un tramo peatonal de aproximadamente un kilómetro más, aunque parte de su trazado, el correspondiente a la calle Asensio Bretones, se realizaría por las aceras e incluiría, como sucede ahora, algunos pasos de cebra.

Al otro lado, la extensión de la calle Aurelio Argel conectaría con la vía peatonal que sigue tras cruzar Azcárraga y al llegar a Martínez Vigil también se prolongaría en los nuevos itinerarios peatonales que el proyecto Gran Bulevar del Vasco tiene previstos. Más allá, el final de esta ruta peatonal concluiría en el ascensor que los promotores del nuevo proyecto para el Vasco han diseñado en su cara exterior, de forma que el peatón podría comenzar su itinerario en la calle Víctor Chávarri.

"Ese eje peatonal", reflexiona Del Páramo, "puede ser una conexión maravillosa para la ciudad". Y avanza que podría no ser el único, pues el Gas también ha vuelto a poner encima de la mesa la posibilidad de rescatar la sugerencia del plan Pol de saltar hacia el otro lado de la muralla desde la fábrica con un ascensor y un puente que concluyera frente al Arqueológico, en la calle de acceso a la Cocina Económica. "Habrá que estudiar si se recupera o no", explica el responsable de Urbanismo, "pero si combinas ese paso con el otro eje peatonal, te encuentras con soluciones a puntos conflictivos en la ciudad, por sus cuestas". "Desarrollar estos itinerarios peatonales", concluye, "permitiría también potenciar actividad, flujos y, en resumen, enriquecer todos estos espacios".

Marquesina sin andamio

Al margen de los posibles desarrollos, en el interior de la Fábrica de Gas han cambiado algunas cosas en los últimos meses. EDP ha retirado el andamio que había puesto en 2015 para estudiar el estado de la gran estructura central de la fábrica, una marquesina diseñada por Sánchez del Río. La instalación del andamio se produjo después de que se apreciaran pequeños desprendimientos de parte de la cubierta de este elemento, uno de los más protegidos en el plan especial todavía vigente. Según el nuevo principio de acuerdo, EDP ya no tendrá que asumir la rehabilitación de este elemento, sino que lo hará el Ayuntamiento.

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