En el lugar más recóndito de la casa, que no olvidado, aparece un platito plateado con una inscripción particular con toda clase de detalles que dice: "Paz, Salud, Prosperidad; mi nombre a continuación y debajo el nombre comercial de Jormobel. Cierra la inscripción: "Navidad de 1981".
Este pequeño plato fue un regalo de mi buen amigo Fombona, un comerciante cuyo establecimiento se encontraba en Viaducto Marquina (la popular Pasarela).
Anteriormente la tienda estuvo establecida, creo recordar, en El Pasaje, en la calle de Uría, conectando con la calle Pelayo, donde entonces vendía muebles de oficina de la marca Jorma.
Después Fombona se estableció en La Pasarela, donde, además de muebles de oficina, tuvo un espacio abierto para jugar al billar. Mi hija fue alguna vez a jugar allí de la que bajaba del colegio de los Maristas, donde estudiaba bachillerato.
Como yo, de aquella, tenía cierta facilidad para las cuestiones fiscales, ayudaba a Fombona en sus declaraciones de Impuestos de Lujo. Probablemente como detalle de fin de año, me obsequió con el platillo que aún conservo y que siempre me recuerda las muchas visitas que les hice en el establecimiento a él y a su hijo.
Como ven, una vez más, sigo con mis viejos recuerdos de aquellos establecimientos de Oviedo. Sobre todo, y lo que es más important, de los buenos amigos que aún conservo en mi mente y que, con mi mudanza a Madrid tuveque dejar de tratar.
Alguno pensará en el clásico refrán: " lejos de vista, lejos de corazón ". Pero no es así, ni en este caso ni en otros muchos.