Nadie está libre de que le pase algo así. Pero cuanto menos llama la atención. Un hostelero ovetense ha tenido que pedir perdón a través de una conocida página web a un cliente que se encontró una grapa dentro de un cachopo. Lo cierto es que la situación no llegó a pasar de una mera anécdota ya que el cliente en cuestión no le dio más importancia: no se la llegó a comer y no pasó nada. "El camarero que nos atendió fue muy simpático y estaba siendo una buena comida hasta que encontramos una grapa en el cachopo. El camarero se lo comunicó al encargado el cual puso en duda que la grapa estuviera en el cachopo con cometarios como que era nueva, que era muy extraño y a su vez hizo referencia a un hecho similar la semana anterior", relata el cliente.

En este caso el comensal, llegado desde Madrid, le restó importancia a lo sucedido. "No pasó nada grave y tampoco quería discutir estando de vacaciones pero sorpresa la nuestra el gerente no nos pidió disculpas, sólo nos dijo que era bueno saberlo y no tuvieron el detalle de invitarnos a los chupitos y eso que tomamos postres y cafés. La verdad es que es una pena porque la fabada y el cachopo estaban bastante buenos", sentencia este cliente. Lo cierto es que al final el propio dueño del negocio acabó "claudicando" y pidiendo perdón a través de las redes. "Les reiteramos nuestras disculpas. Tras hablar con ustedes no pusimos en contacto con todos los proveedores. Revisamos toda la cocina con la única intención de que algo así no vuelva a repetirse", afirmó el portavoz de este local de hostelería. (Aquí te contamos cómo se come en el considerado peor restaurante de Oviedo).

Lo cierto es que en no pocas ocasiones los hosteleros se quejan de que en las redes sociales y en las páginas habilitadas para hacer comentarios en muchas ocasiones se deja opinar y puntuar a los locales a gente que ni tan siquiera los ha visitado. En no pocas ocasiones, aseguran desde estos negocios, se puede dar al traste con la reputación tanto on line como en lav ida real de un negocio con unas malas opiniones vertidas en internet por gente que quiere hacer daño a este tipo de establecimientos. Por eso llaman a controlar las opiniones aceptando siempre las críticas que algunas, evidentemente, se hacen con razón.