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La Iglesia, sin licencia para construir en Santa Ana porque caducó hace veinte años

Urbanismo rechaza las alegaciones del Arzobispado, que invocaba el convenio sobre el futuro del solar suscrito en 2007 con el Ayuntamiento

Interior del martillo de Santa Ana. LUISMA MURIAS

El Arzobispado no podrá construir su casa de tres plantas, bajocubierta y garaje subterráneo en el martillo de Santa Ana. No, al menos, de forma inmediata. Después de que la Iglesia solicitara en julio del año pasado permiso para continuar con la licencia de obras que le había sido concedida el 11 de febrero de 1999, y que la propiedad consideraba "en vigor", los servicios jurídicos de Urbanismo acaban de resolver que tal permiso está caducado.

La resolución del área municipal pone fin a un proyecto que el Arzobispado había reactivado hace un año y obliga a la Iglesia, rechazadas sus alegaciones en primera instancia, a solicitar una rehabilitación de la licencia o a iniciar un pleito en los tribunales.

De momento, y pese a los intentos del Arzobispado de defender la vigencia de una licencia que le había sido concedida hace veinte años, Urbanismo destaca que sólo la necesidad de modificaciones del proyecto por el cambio de normativa en el Código Técnico de Edificación haría necesario presentar un nuevo proyecto y obtener una nueva licencia.

El proyecto inicial del Arzobispado lo firmó el arquitecto Manuel Calvete Llamas. En él se diseñaba un edificio con cuatro viviendas, librería, imprenta, despachos y oficinas, destinados "a la Curia del gobierno del Arzobispado", "personalidades del Arzobispado" y "personal al servicio del Arzobispado". Pese a que el proyecto se redactó en 1997, en verano del año pasado la Iglesia anunció que empezaría las obras "automáticamente" una vez que tuviera luz verde del Ayuntamiento. La petición para retomar los trabajos se había producido tras una reunión previa entre el Arzobispo, Jesús Sanz, y el Alcalde, Wenceslao López. De aquella entrevista, Sanz había salido satisfecho y había manifestado "el ánimo dialogante y conciliador" del regidor.

No obstante, los técnicos de Urbanismo no han tenido muy en cuenta esa supuesta conciliación y sí el gran lapso de tiempo superado desde que se concedió la licencia hasta la actualidad. "Desde la fecha de concesión de licencia", señala el escrito de Urbanismo, "hasta el convenio firmado con el Ayuntamiento en 2007, transcurrieron ocho años, y una vez caducado el convenio y, recuperada la plena disposición de la parcela, hecho que ocurre en 2013, transcurren casi 6 años; hasta el inicio del procedimiento para la declaración de caducidad transcurren 20 años".

El convenio al que se refiere Urbanismo es, precisamente, uno de los motivos alegados por la Iglesia para reclamar que no se les dé por caducado el permiso que se les concedió en 1999. La Iglesia hace hincapié en que tanto el 16 de febrero de 2007 como el 23 de marzo de 2012 se suscribieron sendos convenios "mediante los cuales se acordaba la transmisión al Ayuntamiento del derecho real de superficie y edificación para la ejecución del proyecto con licencia municipal aprobada así como la cesión del proyecto".

De aquellos planes, en los que se planteó que el Ayuntamiento se hiciera cargo del edificio para construir un museo de la ciudad vinculado al turismo religioso y a las reliquias de la Catedral, se salió con otra declaración en la que se daba por caducado ese convenio desde 2013 y se urgía a buscar una solución para el solar vacío denominado martillo de Santa Ana. Fue en ese momento cuando el Arzobispado pidió reactivar las obras de su edificio de viviendas con la promesa por parte del Arzobispo, de que esa construcción la pondría al servicio de Oviedo y de sus necesidades. En conversaciones previas, el Alcalde había planteado vaciar el solar y dejarlo para uso público.

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