Una ovetense cobrará una indemnización de 2,5 millones de euros más intereses de demora por la amputación de una pierna y otras secuelas que sufrió en un accidente. La cuantía la ha fijado el Tribunal Supremo y es la mayor de Asturias y una de las más elevadas que se han fijado en España.

El abogado de la víctima, Francisco Javier Gómez Gil, aseguró que estos 2,5 millones de euros son escasos para resarcir los daños físicos, morales y las graves consecuencias que ha supuesto en el día a día de esta ovetense -de la que solo ha trascendido que es ama de casa- la amputación de la pierna y el resto de trastornos físicos y psicológicos ocasionados.

"Puede llamar mucho la atención la cifra, pero cuando uno echa cuentas ya no se ve igual", explicó el letrado. "Una pierna es insustituible, por excelente que sea la prótesis que te implanten, que son muy caras y que además necesitan un mantenimiento constante". Una sola prótesis puede rondar el medio millón de euros.

Pero además, la víctima puede necesitar de la ayuda de una tercera persona para su día a día. "Está calculado que contratar a alguien que realice el trabajo de una ama de casa costaría unos 2.500 euros al mes. Para una persona de unos 40 años, trabajando unas siete horas diarias, se calcula teniendo en cuenta la esperanza de vida y aproximadamente se llega a los 400.000 euros".

Pero los gastos siguen sumando. La persona amputada necesita adaptar la vivienda, con lo que necesita que la trasladen, por ejemplo, en un taxi para acudir todos los días a sus sesiones de fisioterapia y rehabilitación. A todo ello hay que añadir las consecuencias psicológicas, que se suelen traducir en depresiones que en muchos casos se extienden también a su entorno familiar.

"Aunque pueda parecer mucho dinero, en realidad es una cantidad que puede ayudar a la víctima de una situación así a llevar una vida digna, pero nada más", aseguró Francisco Javier Gómez Gil. Y puso como ejemplo las indemnizaciones que se dan en otros países, como en Inglaterra, donde se indemnizan también las consecuencias patrimoniales que supone la amputación de un miembro. El letrado indicó que en el Reino Unido ha habido un caso en el que la cuantía llegó a los 7 millones de euros.

"En otros países tienen más tradición en la valoración del daño, que está científicamente estudiada. Aquí todavía no hay esa cultura de tener en cuenta incluso hasta la reducción de la esperanza de vida de las víctimas", señaló el letrado.

El caso de la ovetense no corresponde íntegramente a la indemnización. Según Gómez Gil, aproximadamente un millón y medio es de los intereses de demora que han tenido que pagar las aseguradoras.