La primera jornada del juicio en la Audiencia Provincial de Oviedo contra los jefes de prensa e informática del Ayuntamiento, Rodolfo Sánchez e Ignacio Huerta, y contra el gerente y el director de la empresa Asac, Maximino Fernández y Marco Antonio Prieto, empezó con la acusación popular, ejercida por Somos Oviedo, descabalgada de la causa y siguió con sendas declaraciones de los acusados en las que negaron toda relación profesional con los periodistas contratados en 2013 y en las que apuntaron al entonces Alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, como el ideólogo de la modificación de aquel contrato y el que le dio el visto bueno.

Los hechos por los que la Fiscal solicita para los funcionarios cinco años de cárcel y nueve de inhabilitación y tres de cárcel en el caso de los empresarios, constituirían un delito de falsedad documental y otro continuado de prevaricación administrativa. En la jornada de esta mañana, los acusados y la mayoría de los testigos, con la excepción de la exconcejala de Foro que en su día denunció los hechos, Belén Arganza, ofrecieron un relato parecido del contexto en el que se produjo la contratación de dos periodistas.

La llegada de "un alcalde más joven en 2012", señaló Rodolfo Sánchez en referencia a Agustín Iglesias Caunedo, del que luego fue también jefe de gabinete, planteó la necesidad de "potenciar las redes". El propio Caunedo, explicó Sánchez, era un usuario muy activo y veía al Ayuntamiento "muy atrasado" en este aspecto. La petición de Caunedo la trasladó el jefe de prensa la jefe de Modernización e Informática, Ignacio Huerta, para que analizara si "dentro del contrato de informática que el Ayuntamiento ya tenía con Asac cabía alguna modificación para que se atendieran también las redes sociales sin que se incrementara el precio". Huerta, como declararía después, vio que había opción en el contrato de asumir esas tareas, suprimiendo un gestor documental que ya no daba tiempo a desarrollar y unas asistencias técnicas, y redactó un informe en ese sentido que remitió al Alcalde. Ese informe se incorporó al expediente del contrato de Asac, pero nunca se tramitó la modificación del contrato. A preguntas de la Fiscal, Huerta contó que no vio necesidad de hacerlo: "Di por supuesto que con el ok del Alcalde ya estaba aprobado y tiré para alante".

En ese momento, siempre según las declaraciones de los cuatro acusados y de los dos periodistas contratados en aquel momento, que también ofrecieron su testimonio en la sala, lo que sucedió fue que Asac tomó la decisión de afrontar la atención a las redes sociales buscando periodistas entre los currículos que tenía. Uno de ellos era el de Á.F.. El proceso de contratación consistió en una entrevista y no se tuvieron en cuenta más candidatos, porque cumplían los requisitos y porque aceptaron las condiciones, explicó Marco Antonio Preito. Fue entonces Beatriz López, coordinadora del contrato de Asac con el Ayuntamiento, la que le comunicó a Huerta que se iba a contratar a dos personas y le enseñó los currículos.

Esa comunicación verbal, mostrar el perfil del personal nuevo y el ok de Huerta era, según insistió esta mañana el jefe de Informática y también los responsables de Asac, el modo en el que se gestionaba la incorporación de personal. No se hacía por escrito. Ese es el motivo por el que cuando meses después, Foro solicitó tener los documentos de incorporación de personal esos papeles se elaboraron en ese mismo momento, haciendo constar las fechas en las que hasta seis trabajadores se habían ido incoporando a la contrata municipal de Asac.

Aquí la versión difirió un poco respecto a la declaración de la exconcejala de Foro Belén Arganza. Sin bien reconoció que Huerta le dijo que esos papeles de incorporación de personal se acaban de hacer en ese momento, también indicó que en una primera entrevista el jefe de informática habló de que había que buscarlos "en un almacén de Olloniego" y que sólo en la siguiente reunión, cuando mostró los papeles y se puso "muy nervioso", acabó "confesando" que los habían hecho ese fin de semana. Según las preguntas de la Fiscal, el funcionario les señaló que le iban a buscar la ruina y la de su familia. Huerta, por su parte, se limitó a decir en el juicio que lo que les había contestado cuando fueron a pedirle los papeles era "que qué coño querían".

Según los primeros testimonios, y a la espera de lo que puedan decir otros funcionarios que están llamados a declarar en días sucesivos, parece que la ausencia de documentación escrita de la incorporación de personal era la práctica habitual, motivo por el que tanto el acusado como los responsables de Asac, también su gerente, Maximino Fernández, admitieron con normalidad que cuando Foro pidió tener constancia de las entradas y salidas de personal se eleboraron esos documentos en ese momento dando fe del momento en el que cada uno se había incorporado. El gerente de Asac también indicó que inició la contratación del personal cuando recibió "una petición con un informe firmado por el Alcalde".

La otra cuestión que se discute en el juicio es si esas personas eran, como consta en su contrato, empleados de Asac o si en la práctica se comportaban como personal municipal a las órdenes del jefe de Prensa del Ayuntamiento, entonces Rodolfo Sánchez, hoy con esa categoría pero destinado en funciones de prensa en el cuartel de Rubín. Sánchez fue tajante, tras dejar el asunto en manos de Huerta, lo siguiente que supo fue "que iban a entrar dos personas". La posibilidad de que esos dos periodistas acabaran denunciando al Ayuntamiento e ingresando en la plantilla municipal por cesión ilegal de trabajadores, también se rechazó. Sánchez indicó que ha visto cómo muchos trabajadores ingresaron de esta forma, que cuando él llegó a prensa vio a personal que parecía municipal, que luego no resultó serlo y que acabaron denunciando y entrando, pero que en el caso de estos dos periodistas era distinto: "No tenían llaves del local, no les daba órdenes, nunca lo hice, no crucé ningún correo con ellos, no fue competencia mía darles un correo electrónico ni un teléfono y ellos nunca presentaron una demanda contra el Ayuntamiento".

Los dos periodistas corroboraron que su trabajo se limitaba a la web y las redes sociales, que trabajaban de forma "autónoma", un trabajo "casi mecánico" en el que ellos mismos gestionaban la información que salía de las convocatorias, con ella generaban contenido en la web y de ahí alimentaban las redes sociales. Su única coordinación, indicaron, era con Beatriz López, de Asac, por cuestiones de turnos y vacaciones.

El relato de Belén Arganza fue visiblemente distinto. Aseguró que su grupo (Foro) se puso a investigar la situación de estos trabajadores tras ser alertados por funcionarios municipales de una posible cesión ilegal de trabajadores. Manifestó que los periodistas contratados "hacían bastantes más cosas" que atender a la web, que "eran de prensa" y que, pese a no haber visto nunca Rodolfo Sánchez darles órdenes concretas, "él era quien se encargaba y los veías ahí a todos pendientes de él". "Tenían un correo de Oviedo.es, trabajaban en las oficinas de prensa y faltaba documentación en el expediente, todo junto me chirrió y por eso lo puse en conocimiento de fiscalía", resumió Arganza.

Junto a Arganza, en aquella época, acudió a la reunión con el funcionario el entonces jefe de prensa de Foro Oviedo. Ayer, no obstante, declaró que tenía "una nebulosa de todo aquello" y que "le costaba recordar". Tras las protestas de la Fiscal, sí acabó reconociendo su declaración. También mostró su distancia con aquella investigación: "Es que no estoy ni en ese partido político, y como todo eso surgió por un tema político...", surgirió.

El juicio prosigue mañana a las 10.15 horas con las declaraciones de personal de Asac y se extiende los días 2, 3 y 4 de abril. La retirada de Somos de la acusación popular fue una decisión de la jueza a instancias de la petición de los abogados, los grupos parlamentarios, explicó, no pueden ejercer la acusación, y tampoco podía trasladarse esta a la persona de Ana Taboada, como solicitó su abogada, por no ser el momento procesal de hacer esa modificación.