Un suceso similar al de la pequeña Tasnim Zikri ocurrió en noviembre de 2016 en el barrio de la Argañosa. Un niño de 21 meses, también de familia marroquí, falleció después de precipitarse desde un cuarto piso del edificio San Antonio de la calle Argañosa. Según los agentes, el pequeño trepó por el mueble que había debajo de la ventana de su habitación -una estantería para guardar juguetes y libros- y abrió totalmente una de las hojas del ventanal que en ese momento estaba entreabierto y con la persiana a la mitad. Una vez allí, de pie o a gatas, empezó a arrojar peluches y diversos objetos al patio, hasta que perdió el equilibrio y se precipitó al vacío desde una altura aproximada de 15 metros.