"El Calatrava es lo peor que se ha construido en Oviedo; me gustaría que ahora dijesen algo todos los que presumían de lo mucho que les gustaba". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el arquitecto Alfonso Toribio, presidente de Tribuna Ciudadana desde 1999, parragués de nacimiento y ovetense de adopción.

Toribio, que fue presentado por Carmen López Villaverde, pronunció la segunda conferencia del ciclo anual de la Sociedad Protectora de la Balesquida, centrada en Oviedo y las diferentes escalas arquitectónicas de la ciudad. "Lo peor del Calatrava es que su proyectista tiene tal grado de soberbia que no le permite hacer autocrítica", señaló.

El arquitecto también se refirió a proyectos concretos para la ciudad como el del bulevar de Santullano. Defendió, ante todo, preservar el monumento prerrománico, por encima de cualquier otra consideración. "Si la solución buena es hacer un túnel, pues estoy dispuesto a considerarlo", señaló.

Alfonso Toribio, que siempre ha mostrado una especial preocupación por el urbanismo, se mostró partidario de un modelo de ciudad que prime al peatón y permita sacar el máximo partido a los espacios urbanos. A la vez se mostró crítico con el uso compartido de aceras entre peatones, ciclistas y usuarios de patinetes. "Me parece intolerable que las aceras sean compartidas por bicis, patinetes y peatones, es un abuso. Te da inseguridad y cuando te pasan al lado das gracias por no haberte roto un hueso", indicó.

Toribio abanderó una firme defensa del área metropolitana, "que Oviedo debe liderar como capital que es. Recomiendo el no voto para todo el que no esté por el proyecto", recalcó. Alfonso Toribio, que se crió en Llanes y estudió Arquitectura en Madrid, destacó que por primera vez en la historia la humanidad se ha impuesto la obligación de no destruir lo antiguo, "hasta llegar al absurdo". "La arquitectura es la única área de actividad en la que para ser 'Miss Mundo' hay que ser muy viejo", añadió.

Toribio abogó también por conseguir una buena relación entre las viviendas y las calles en las que se ubican. "Si mejoramos las condiciones del exterior, la actividad ciudadana se dinamiza", aseguró. Sobre las prestaciones que el ciudadano pide a los espacios urbanos, Toribio dijo que es difícil determinar las necesidades concretas: "En minutos se pasa de ser transeúnte a conversador o comprador". "Lo cierto es que puedes sentirte bien en diferentes medios y distintas ciudades; yo vivo en el medio urbano, peo como casi todos soy un animal rural", concluyó.