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Los médicos posponen la segunda operación de la niña, aún en la UCI

La víctima, de dos años y medio de edad, permanece estable dentro de la gravedad sin que su estado presente cambios desde hace tres días

Edificio en el que vive la pequeña Tasnim con sus padres en la calle Francisco Cambó. La ventana de la manta azul es por la que se cayó la niña. LUISMA MURIAS

Tasnim Zikri está estable dentro de la gravedad. Para los médicos, es lo mejor que puede pasar 72 horas después de que la niña, de dos años y medio, se precipitara a la calle desde un tercer piso a una altura aproximada de 13 metros produciéndose múltiples fracturas, lesiones y hemorragias internas. Según ha averiguado LA NUEVA ESPAÑA, el equipo médico ha decidido posponer la segunda operación que iba practicar a la pequeña a la espera de una evolución continua y favorable. Se trata de una intervención quirúrgica de fémur y cadera, la segunda que se le practicará después de haberle atajado una hemorragia y haberle puesto un drenaje en la cabeza.

La niña tiene varios órganos afectados como el bazo, presenta fracturas en ambas muñecas, clavícula y fémur, y tiene un golpe en la cabeza. Además, está sedada y conectada a varias máquinas que facilitan el trabajo de sus órganos vitales. En caso de evolucionar positivamente en los próximos días, los médicos sopesan retirarle algunos aparatos sanitarios con el objetivo de evaluar la respuesta de su cuerpo.

Tasnim se precipitó al vacío el miércoles, hacia las doce de la mañana. Según los testigos presenciales, se cayó de pie desde la ventana quedando luego boca abajo. Un vecino que esperaba el autobús en la marquesina de la acera de enfrente a esa hora relató lo que vió a este periódico: "Me llamó la atención que había una niña pequeñina apoyada en una ventana con los brazos cruzados. Luego miré hacia otro lado y al rato fijé la vista allí de nuevo. La vi caer de pie por la ventana en la que había estado asomada y oí un ruido fuerte y seco". El hombre cruzó corriendo la calle justo cuando un matrimonio subía con su coche por Francisco Cambó. Ella estaba al volante y se fijó en la niña. "Creí que alguien la había atropellado, así que paré donde pude y nos bajamos los dos".

Los tres afirmaron que la niña movía las piernas, parecía toser y tenía convulsiones. Pidieron ayuda en la farmacia que ocupa el bajo del edificio para pedir socorro. Llamaron al 112 y arroparon a la pequeña con una manta.

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