Margarita Salas ya tiene oficialmente un hueco en el callejero de Oviedo. La prestigiosa científica y alumna de Severo Ochoa se desplazó ayer desde Madrid hasta la capital asturiana para vivir "un día increíble" en las inmediaciones del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La bioquímica estrenó en un sencillo pero emocionante acto las placas de la plaza que ya lleva su nombre, justo junto a uno de los accesos a la sede del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA). Allí Salas aseguró sentirse "una privilegiada" y repartió agradecimientos, además de lanzar un mensaje de apoyo a su colega Carlos López-Otín, tras denunciar éste en enero una campaña contra su trayectoria y su prestigio.

La investigadora aprovechó el acto para rememorar su vinculación a Oviedo. De la ciudad dijo que fue donde se produjo uno de los momentos determinantes para iniciar su carrera. "Estaba en 3º de Químicas cuando fui a una conferencia de Severo Ochoa que me fascinó", explicó Salas. De aquel encuentor, explicó, nació su especial interés por la bioquímica.

La homenajeada también se acordó de su distinción como doctora honoris causa por la Universidad de Oviedo bajo el rectorado de Santiago Gascón, en una época en la que coincidió en la institución académica con Carlos López Otín, para el que tuvo unas bonitas palabras de apoyo frente a la persecución que el bioquímico está sufriendo. "Creo que es una situación muy triste y espero que se recupere pronto. Sabe que tiene el apoyo de todos los científicos que le admiramos, le queremos y le apoyamos", manifestó.

Reconocimiento justo

Salas estuvo respaldada por un grupo de nueve amigas y excompañeras de clase en el colegio de la Asunción de Gijón, quienes se mostraron muy contentas del enésimo reconocimiento a su trayectoria. "En Gijón ya tenía calle, pero es justo que aquí también se acuerden de ella", apuntó su amiga Agripina Fraga.

La científica cerró un turno de intervenciones en el que tomaron la palabra el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, y el alcalde de Oviedo, Wenceslao López. El representante del Gobierno del Principado calificó "de justicia" reconocer a "una mujer, científica y asturiana de nivel mundial" de la que destacó su decisión de seguir vinculada a su profesión más allá de los 80 años. "Renunció a un retiro dorado para seguir con la bata puesta", subrayó el consejero.

Por su parte, el Alcalde puso el énfasis en la importancia de que el nombre de Margarita Salas figure en un espacio público frecuentado por los nuevos investigadores. "Esperamos que esta plaza sirva como referencia y estímulo a otras generaciones", dijo tras recordar que próximamente se dedicará una plaza a Severo Ochoa, maestro de Salas, en una glorieta situada junto a las consultas externas del hospital. "Esto es un respaldo a la excelencia para tratar de darle continuidad", apuntó sobre la motivación de las nuevas incorporaciones en el callejero de la ciudad.