El Burger King del Calatrava se convirtió ayer en el escenario del primer encuentro público de representantes y candidatos a la Alcaldía de Oviedo por el PP, Ciudadanos y Foro. A excepción de Alfredo Canteli, que estaba en otro acto, se dieron cita allí Mario Arias (senador del PP y número dos en la lista de Canteli); el candidato de Ciudadanos, Ignacio Cuesta; y el candidato de Foro, Fernando Tejada.

No fueron a comer hamburguesas. Acudieron a respaldar a los dos locales de comida rápida que luchan por mantenerse abiertos en el centro comercial y a dar su opinión sobre la gestión del gobierno tripartito.

Arias calificó de retroceso la clausura del centro comercial con la consiguiente pérdida de empleo y riqueza "a causa de la inacción del "gobierno municipal", mientras que el candidato de Ciudadanos a la Alcaldía, Cuesta, fue más allá. Se refirió al origen de la construcción del Calatrava cuando Gabino de Lorenzo ostentaba el mando del Ayuntamiento: "Es un ejemplo de la mala gestión del PP, de la fiesta del ladrillo". Más centrado en los trabajadores, el candidato de Foro por Oviedo destacó que los empleados de los locales de comida rápida no tienen apoyo sindical y que el acceso temporal al Burger King por una puerta de emergencia es peligroso "porque no pueden entrar ni los servicios sanitarios, ni los bomberos". En cualquier caso, los tres coincidieron en acusar al tripartito de "dejar morir Buenavista". De hecho, coincidieron con Reyes García, una clienta del Burger King y vecina del barrio que se quejó amargamente del declive y desempleo de la zona: "Voy a venir todos los días a por hamburguesas para protestar por el cierre".

Horas después, el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos) pidió a los nuevos dueños del centro comercial "responsabilidad e inversión" y reclamó conocer el proyecto, plan de actuación e inversiones para el equipamiento de Buenavista.