La historia se repite. Igual que en 2017, el TSJA. La resolución de la zona de gran afluencia turística para la capital anulada ahora por sentencia del alto tribunal, aceptando el recurso de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), se refiere a la de 2018, lo que genera más incógnitas todavía sobre la situación jurídica en la que quedan los horarios, días y zona en la que los comercios pueden abrir en Oviedo para este año.
El problema es que la zona propuesta para 2019 es exactamente igual que la anulada ahora por el TSJA. En síntesis, el motivo por el que se anula es por la falta de justificación al establecer la zona (el Antiguo y un triángulo a partir del eje de Uría) y los días (cuatro festivos más aparte de los diez establecidos de forma general para toda Asturias).
La situación es opuesta a la que se vivió en Gijón, donde la misma patronal, Anged, recurrió también la zona de gran afluencia turística. Allí, al contrario que en Oviedo, la Sociedad Mixta de Comercio sustentó su propuesta con un informe encargado a una empresa externa, de forma que el TSJA acabó fallando a favor de Ayuntamiento y Principado. También dos veces seguidas.
Con el cambio de la ley nacional que bajó los mínimos y obligó a que Gijón y Oviedo tuvieran que tener forzosamente una zona de gran afluencia turística aprobada por el Principado, la capital realizó inicialmente una propuesta que logró el consenso de todas las partes. O, al menos, que no provocó pleitos judiciales. Fue la zona de gran afluencia turística de 2015, que incluía también el centro comercial de Los Prados. La siguiente propuesta que puso encima de la mesa el concejal Rubén Rosón (Somos) consistía en limitar sólo el área sólo al Antiguo. Al ser rechazada, y para lograr contentar a las grandes superficies, se añadió el triángulo de Uría que incluía a uno de los centros de El Corte Inglés. Pero tampoco logró ni la demanda (CCOO demandó en el sentido opuesto, para anular los cuatro festivos extra) ni, ahora, la anulación de la resolución.
Las asociaciones de comercio temen ahora las consecuencias jurídicas del fallo. La anulación de la resolución del año pasado podría dejar la regulación del calendario comercial ovetense en un limbo jurídico que las grandes superficies podrían intentar aprovechar viendo en el fallo una puerta abierta a una libertad total de apertura en festivos.
