El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Asturias rompió ayer una lanza en favor de los funcionarios del Ayuntamiento de Oviedo respecto a las denuncias de Somos de la existencia de "una resistencia" de empleados públicos del Consistorio a colaborar en sacar adelante el proyecto del bulevar de Santullano. Los técnicos subrayan la dificultad del trabajo de los funcionarios para llevar a buen puerto los grandes proyectos públicos y recordó que esa labor "no debe ser interferida por presiones políticas".

La junta rectora de la institución colegial muestra su convencimiento de que los empleados del Ayuntamiento están realizando correctamente su trabajo. "Tratan de solventar los problemas que los proyectos puedan acarrear durante la ejecución de las obras", indican sobre los supuestos bloqueos y retrasos que Somos atribuye al "sectarismo del PSOE y el PP" y sus trabajadores afines.

Los ingenieros defienden que la gestión de los grandes proyectos de la administración pública "debe realizarse con profesionalidad y rigor" y libre de cualquier tipo de presión "que intente amedrentar a los profesionales que lo ejecutan". Al mismo tiempo, subrayan que las obras públicas son trabajos "llamados a pervivir en nuestro entorno durante mucho tiempo" y por ello requieren de procesos previos de larga duración.

Además, el Colegio reivindica la necesidad de la intervención del personal público para abordar un procedimiento por el cual los proyectos "van dejando de ser obras de autor particular" para posteriormente "convertirse en obras de toda la colectividad".

La respuesta de los profesionales llega después de que el Ayuntamiento haya tenido que requerir a los autores del plan de Santullano un nuevo proyecto ajustado a 18 millones de euros de presupuesto. Somos indicó que esta medida se tomaba para salvar una actuación ambiciosa que, a su juicio estaba siendo torpedeada incluso por sus socios y algunos funcionarios.